El vocero del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), Miguel Guerra Castillo, se negó a encabezar el cambio democratizador del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Dijo que ese cambio urgente hacia la democracia, lo tienen que encabezar los jóvenes, que son los que tienen que empujar esos cambios dentro del magisterio poblano.
Y para lograrlo, dijo, se tiene que empezar con la unidad del magisterio disidente, donde hay varios grupos, pero no jalan en conjunto en el esfuerzo democratizador del sindicato más grande a América Latina.
Los grupos opositores que existen en la actualidad, señaló, se mantienen distantes unos de otros y hasta en ciertos casos, se hacen ver como enemigos y eso no ayuda para avanzar.
Por eso, recordó que, desde el inicio de las luchas democratizadoras dentro del SNTE, se generaron grupos opositores concentrados en la disidencia magisterial, pero en ningún momento se han juntado para llevar a cabo luchas conjuntas, a pesar de tener argumentos similares.
Guerra Castillo, aseguró que esos intentos de unir a los diferentes grupos disidentes lo tienen que llevar a cabo, los maestros jóvenes, donde hay muchos con capacidad, inteligencia y razones, para lograrlo.
“Que ellos luchen por los que vienen más atrás, que no tienen pensión jubilatoria, que no tienen asegurada la base”, dijo, por eso, las batallas que vienen serán muy fuertes, porque buscan cada vez más derechos.
El vocero del CDMP, dijo que, desde el magisterio, “seguiremos siendo trabajadores de base y eso indica que seguiremos con problemas y los problemas deben resolverse con un gran sindicato que defienda nuestros derechos”.
Además, señaló que, en unidad, deben coadyuvar en transformar elementos que pueden abonar para mejores condiciones de futuro de los trabajadores de la educación.
Por ejemplo, dijo que, desde donde se generan los ataques más fuertes, es la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) desde donde coartan las aspiraciones laborales de los maestros de nuevo ingreso.
“Todo lo legislado en el artículo tercero para el ingreso y la promoción, el reconocimiento a los maestros lo dispone el artículo tercero y no el 123 que son condiciones laborales, que son derechos laborales”.
El problema de la actualidad dijo, es que no hay un aval explícito a las dirigencias de parte de los trabajadores, “un buen sentido común no puede avalar esos fenómenos tan negativos fuera de la ley, que ya se quedaron ahí”.
Eso no puede ser legitimado por los maestros, dijo, porque son muchos los que aspiran a convertirse en dirigente.
Para Miguel Guerra Castillo, vocero del CDMP, es inminente que tiene que llegar a su fin este cacicazgo y eso depende de que los maestros se movilicen muy fuerte y con mucha conciencia de que el sindicato no merece ese fin.