De unos años para acá, los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama, se engancharon en una discusión que les hizo perder la imparcialidad dentro de sus funciones.

Para el analista político de la Ibero Puebla, Roberto Alonso Muñoz, la imparcialidad es una exigencia que debería caracterizar a los integrantes del consejo general del INE, al ser una institución ciudadanizada.

El coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Ibero Puebla, explicó que ambos personajes terminaron protagonizando discusiones que debieron haber colegiado más entre los 11 consejeros del pleno del Instituto Nacional Electoral.

"Debieron optar por un modelo en el que sus voces no son necesariamente representativas, aunque en algunos casos sí lo son, sin embargo, su postura no es precisamente la del organismos electoral nacional".

Cabe recordar, que por ley y reglamento interno del INE, ambo consejeros del Instituto tendrán que dejar el cargo en el mes de abril del próximo año, por lo que serán cuatro consejeros electorales lo que dejen el cargo en ese momento.

Ante eso, Alonso Muñoz, dijo que, convendrá que ya cedan el cargo estos dos consejeros, de manera particular, aunque son otros dos los que serán renovados, es decir, serán cuatro cambios.

Aseveró que tienen que ceder el cargo, no es que puedan no hacerlo, les toca terminar de este cargo y dar lugar a nuevos perfiles, por eso, “será muy sano que venga una correlación de fuerzas al interior del propio órgano electoral”.

"Dentro del Instituto Nacional Electoral, le toca al consejero presidente, quien ejerza esa función, representar a todos sus colegas, pero no necesariamente en estos debates donde ellos protagonizaron la discusión había una posición uniforme y unánime, creo que esto hay que señalarlo”.

Sin embargo, dijo que, también es importante respetar sus trayectorias y reconocer que han sido democratizantes, que les debemos a ellos y a otros más que formaron parte de lo que hemos logrado y construido.

"Por eso, hay que reconocerles, más que como personas, como parte de una generación de personajes que han estado entre la academia y las instituciones públicas para contribuir a fortalecer el sistema electoral mexicano”, finalizó.