De acuerdo con un comunicado de la Compañía de Jesús y con base en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE 2022) “en los delitos sexuales las mujeres son más vulneradas, al contabilizarse 10 delitos sexuales cometidos a mujeres por cada delito sexual cometido a hombres”.
Asimismo, la ENDIREH 2021 encontró que, a lo largo de su vida, las mujeres han sufrido violencia, sobre todo en el ámbito comunitario con un 45.6%, seguido de la relación de pareja, con un 39.9% y el ámbito escolar con 32.3%.
Revelan que, en este último, las mayores violencias registradas en los últimos 12 meses son la sexual, con el 13.7 por ciento y la psicológica, con el 12.0 por ciento, aun cuando a lo largo de su vida prevalece la violencia física, con un 18.3 por ciento.
Por eso, las universidades y los colegios jesuitas insisten en las deudas existentes para que las niñas y mujeres en México vivan una vida libre de violencias.
La situación de violencia que viven las mujeres y niñas mexicanas sigue siendo alarmante y con base en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2021), en México, 70.1 por ciento de las mujeres de 15 años y más ha experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de la vida.
La violencia psicológica fue la de mayor prevalencia, dice el comunicado, con un 51.6 por ciento, seguida de la violencia sexual, con 49.7 por ciento.
A los datos anteriores, se suman: el incremento de la mayoría de los delitos de género en el país, como son los feminicidios, la violencia familiar y la trata de personas, crímenes no reconocidos ni investigados debidamente.
Además, destacó el incumplimiento de obligaciones estatales para garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, y la ineficiencia de las declaratorias de alertas de violencia de género.
"Expresamos nuestra preocupación y hacemos un llamado a los tres órdenes de gobierno en sus diferentes niveles a construir la paz considerando la igualdad de género como eje transversal de la política pública”.
Además, a contar con marcos legales adecuados y hacer valer las leyes de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia; a formar al personal responsable de la implementación de los protocolos de investigación de feminicidio.
Asimismo, a desarrollar acciones educativas para la prevención de la violencia de género, y, en general, a cumplir sus obligaciones para garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
Sin embargo, reconocen que, ante esta preocupante situación, todas las personas debemos colaborar para tener espacios donde los derechos de las niñas y las mujeres sean plenamente respetados.
“Como instituciones educativas confiadas a la Compañía de Jesús en México, tenemos la obligación de visibilizar estas violencias y la oportunidad de contribuir en la formación de personas no violentas y comprometidas con los derechos de las mujeres y las niñas”.