Las discusiones que se han visto en las últimas semanas sobre la reforma electoral será un adelanto de los tonos y el carácter que tendrá la elección presidencial del 2024.
Para el analista político de la Ibero Puebla, Roberto Alonso Muñoz, los enfrentamientos en la arena electoral serán subidos de tono, donde las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), serán instrumentos de ataque a la oposición.
El coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Ibero Puebla, es una disputa entre dos opciones, aunque, probablemente, haya una tercera opción, que es Movimiento Ciudadano.
Por lo anterior, reveló que México debe prepararse para un proceso electoral traducido en una confrontación con declaraciones, del uso de la mañanera del presidente de México como instrumentos de ataque al bando contrario.
"Veremos de manera permanente, una guerra de descalificaciones, que de suyo pone en aprietos a la autoridad electoral porque hablamos de uso de recursos públicos para seguir en el proceso de elecciones".
El académico de la Ibero Puebla dijo que tenemos que estar preparados para poca sustancia en una discusión y llena de descalificaciones entre ambos bandos.
"Lo que observa, es que desde la 4T serán dirigidos hacia la corrupción del pasado, al autoritarismo del pasado, a las hegemonías de las élites, del secuestro de la democracia, los discursos serán en esos términos y estarán encabezados por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador”.
Por otra parte, Alonso Muñoz dijo que espera que haya un proyecto articulado, una agenda sustantiva, que prometa la oposición, pero, no obstante, estas reminiscencias al pasado serán las que prevalezcan en las campañas federales del 2024.
El analista político de la Ibero Puebla dijo que, la cuarta transformación sabe muy bien que ahí radica el apoyo masivo que sigue teniendo el presidente mexicano y el proyecto político que encabeza.
Además, se tiene que asumir una constante visión y una permanente referencia a los fraudes del 2006 y del 2012, donde hubo conductas irregulares para ganar la presidencia del país.
"Así están cifrados en los recursos y con eso es que se busca movilizar más que razones y emociones, y eso no hay que perderlo de vista”.
Finalmente, consideró que será una contienda y un proceso electoral cargado de emociones políticas y quien mejor sepa movilizarlas retenga el poder o lo pueda desafiar con una victoria, hasta ahora inesperada.
