La construcción de viviendas residenciales en terrenos que antes fueron ejidos o bienes comunales incrementa y deteriora la capacidad económica de los municipios.

Para el urbanista Octavio Flores Hidalgo, profesor de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP, los ayuntamientos no tienen una regulación del territorio, por eso, hay municipios de nuestro Estado que han estado bajo la tutela del desarrollo inmobiliario más que de la planeación.

"Cuando se presenta ese fenómeno, normalmente afecta la economía del lugar en que se desarrolla el sector inmobiliario, es muy delicado, porque, en Huamantla, Tlaxcala, por ejemplo, lo vemos porque se crea Audi, la gente de la empresa pide viviendas en ese municipio y la gente de Huamantla ya no tiene acceso a los servicios”.

De acuerdo con el especialista, el problema se presenta por el nivel de ingreso que tiene la población contra los niveles de ingresos de Audi, entonces todo se encarece y la gente sale expulsada, es decir, se presentan los desplazamientos.

"Eso mismo lo estamos viviendo en Puebla, estamos en un proceso de expulsión de la sociedad, de deterioro de las condiciones humanitarias y del medio ambiente".

Por lo anterior, lamentó que las autoridades tengan un instrumento que regule el uso de suelo, por eso, construir vivienda residencial en terrenos comunales y ejidales, afirmó, es muy peligroso.

El experto de la UPAEP señaló que muchos de los que se dedican a la planeación y a los procesos de ordenamiento territorial, definen la planeación en función de los límites municipales, de las condiciones en que se enfrenta en una región y en el territorio metropolitano.

"Al ser construcciones en zonas lejanas del centro de la ciudad, se presentan exigencias de servicios que tienen un costo de traslado".

"En un territorio dado, que está alejado de la ciudad y tengo que llevar a los trabajadores de obra, al servicio doméstico, los servicios de tuberías, tiene que hacer un gran recorrido para llegar, un alto costo de movilidad, alto costo de contaminación, para llevar energías, servicios y demás, que lo terminamos pagando todos".

"Tiene que ver con las fuerzas dinámicas del mercado, entonces se vuelven predecibles porque se vuelve un gran negocio, ese es el gran problema en contra de la estabilidad social y el equilibrio ecológico, que se vuelven muy frágil”, finalizó.