"Las invasiones de espacios, de terrenos y hasta de zonas federales, se presenta en Puebla, como modelos de clientelismo y de estira y afloja en las negociaciones políticas, por parte de grupos de presión y de poder sobre la autoridad en turno", señaló el urbanista de la UPAEP, Octavio Flores Hidalgo.

Por otro lado, explicó que, ese nivel de invasiones se nota desde los 70s sobre todo en las partes norte y del sur de la Ciudad de Puebla, que se han dado como un movimiento social de presión.

Esas acciones, agregó el catedrático de la Facultad de Arquitectura, se presentan bajo los modelos de clientelismo y de una cuestión meramente política.

"En esa dinámica, se permite y genera una especie de procesos de coerción, porque tampoco se ejerce la ley, porque se presenta la denuncia, la puede hacer el Estado para los procesos de expulsión, pero como es un proceso político muy delicado, no se actúa”.

“Lo vemos en la colonia Nochebuena, un estudio de Laura Elena Hidalgo, muy interesante, en el posgrado de Hábitat, donde señaló claramente que, el 50 por ciento del territorio de esa colonia está asentada sobre zona de riesgo o de patrimoniales”.

El académico explicó que el 50 por ciento de la población de esa colonia, está en proceso de vulnerabilidad muy alta, porque se acomodan donde sea y no dimensionan que, puede resultar peligroso para las familias y para sus patrimonios.

Flores Hidalgo dijo que, a la hora de instalarse ahí, tenían la posibilidad de habitar el sitio durante la semana, pero los fines de semana se iban a su auténtica casas, con la promesa de mantener esos espacios.

En ese escenario, el académico de la UPAEP aseguró que, si se aplicara la ley, a esas personas las desalojan de inmediato, sin embargo, lamentó que, detrás de esas acciones, hay acuerdos con la autoridad, por lo que les alargan la permanencia en esos lugares, hasta que logran quedarse definitivamente.

“Si tuviéramos procesos de sanciones, la gente que tiene la obligación de presentar estos instrumentos tendría que ejercer su autoridad y demostrar que no pueden hacer esos asentamientos”.

"Entonces con mano en la ley hacerlo, porque si no, serán sancionados, pero como no hay una sanción clara, permiten la invasión y negocian, en lugar de meterse a un buen pleito".

El especialista en urbanismo señaló que, ante eso, no temen de que, los atoren porque no se contempla en la ley de planeación y como no hay denuncia tampoco se puede hacer mucho, entonces son casos que se dejan y se acumulan.

“Es como un juego especulativo, porque quieres construir, pero tiene que ser frente a la vía principal, pero tienes 200 metros de fondo no hay bronca, compras otro y empiezas a desarrollar”.

Finalmente, explicó que ya actúan con cierta astucia de la forma en que se ocupa el suelo, que tiene que ver con cierta aplicación de la norma de manera estricta.