En la actualidad, el fenómeno de la invasión de espacios de parte de grupos de presión y de poder, se presenta en unidades o viviendas deshabitadas, con lo que consolidan la forma de apoderarse de esos lugares. Para el urbanista de la UPAEP, Octavio Flores Hidalgo, profesor de la Facultad de Arquitectura, esos lugares construidos están habilitados, pero que, no se ocupan y son potencialmente visualizados por estos grupos, donde llevan a cabo una ocupación irregular.
Ante eso, el especialista agregó que, “sabemos que el 14 por ciento de la vivienda está deshabitadas, casas como Infonavit y estos modelos, entonces la gente las empieza a ocupar”, pero son ocupaciones irregulares.
Lo que sucede en todo ese entramado, dijo el urbanista de esa institución, es que, se vuelven un juego perverso entre la complicidad de ciertas autoridades en darle los servicios cuando no se tendrían que dar, por la forma irregular en que se ubican en esos inmuebles.
Y es que, agregó, eso implica que, esos asentamientos se presentan con cierto nivel de complicidad y un juego político, que está perjudicando en el modo del uso del espacio urbano y de la ocupación.
Sin embargo, se presenta una situación cíclica, porque siempre ocurre que, los descubren los dueños, los intentan quitar, se tardan un rato y después que los desalojan deciden ocupan otros espacios.
El académico de la UPAEP aseveró que, ese modelo se está dando y se facilita por una red muy compleja de grupos que tienen identificados desde la autoridad.
Por eso, alertó que, hay ocupación del territorio sin pagar ningún beneficio y al final, con el tiempo, ante la falta de reclamo, llevan a cabo un juicio y esos espacios que no eran suyos, se puede regularizar, “es todo un juego de paciencia y de negociaciones”.
Lo anterior, lo logran a través de catastro, de notarios públicos y de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (CORETT), para poder formalizar la regularización y con ello, puedan exigir servicios públicos.
Esa es algo que se debe cuestionar, dijo Flores Hidalgo, es cómo es que ya tienen energía eléctrica, como es que ya tienen servicios, de donde salió.
Ante eso, dijo, “pues es fácil, porque hablan a la Comisión Federal de Electricidad, y cabe la pregunta si no tiene claro que no debe de meterles energía, pero la respuesta que dan es que son clientes”.
“Es como cuando tiran edificios históricos catalogados por el INAH, dicen que se cayó, pero no, lo tiraron y hay peritajes, pero el INAH no tiene recursos y lo brincan”.