El magisterio disidente del Estado de Puebla, externó su repudio al proceso electoral que se lleva a cabo en las dos secciones del SNTE, la 23 y la 51, para elegir dirigencias sindicales, por ser procesos amañados, cuestionados y donde no toman en cuenta as las bases, a pesar de ser por voto universal. El vocero del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), Miguel Guerra Castillo, dijo que, en la víspera de las votaciones, su postura es de repudio a todos los aspirantes que están dentro la elección en las secciones 23 y 51 del SNTE.
“Nuestra postura es de indignación y de justificada protesta porque todos ellos forman parte de la misma corriente del sindicato, de la misma corriente corrupta que ha estado al frente del SNTE en Puebla”.
Son esos grupos, dijo, que a lo largo de décadas han lucrado con los maestros, por eso, el contenido general de la declaración del magisterio disidente es repudiar el proceso de elecciones.
Y aunque respetan el derecho a votar de todos los integrantes de las secciones 23 y 51 y de los que confían en esos comicios, dijo que, también hacen un llamado a desconfiar, a romper la boleta y decirles que no voten.
Asimismo, dijo que, también son respetuosos de la opinión de los compañeros maestros, “nosotros damos nuestra opinión en ese sentido, porque a los compañeros que están en las planillas, los hemos examinado y son perfiles de gente oportunista, de gente sin principios”.
Además, no tienen contenido, porque escuchan algunas intervenciones y no tienen contenido, están vacías de contenido, “no se deslindan del charrismo, no se deslindan de la política colaboracionista, servil y oportunista”.
Guerra Castillo, agregó que, no hay compromiso con los maestros jóvenes que esperan mejores condiciones de vida para un futuro como profesionistas y profesionales de la educación, “sigue la misma escuela y todavía no se recupera de su deterioro de la inercia de los neoliberales, “todavía está el sistema de las organizaciones y la gente que viene con los vicios y las corruptelas y la lucha de todos contra todos”.
La elección del 28 de marzo es una lucha por el botín y por los puestos, por eso, hacen el llamado a romper la boleta, “yo no votaré, no votar es una postura, aunque no asumimos consignas negativas ni derrotistas, pero coincidimos más con los que no van a votar”.
Para los que vayan a las urnas, dijo, se deben preguntar si los candidatos representan un compromiso democrático y honesto, porque vale la pena que lo decidan muy conscientemente.
“No voy a votar, yo repudio este proceso electoral”, porque están inconformes con este proceso electoral, “totalmente inconforme, total y absolutamente convencidos de que los candidatos mantienen la política del charrismo, entonces hay que rechazar eso”.