El PRD poblano ha alcanzado la categoría más pragmática y es parte del trasfuguismo político, que pasa de una alianza a otra, “ese partido se volvió partido satélite de los partidos hegemónicos y se volvió cliente de los partidos ya ganadores".

A decir del analista político del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Cristopher Mejía Rosas, lo que el PRD hizo en Puebla, fue haber vendido la estructura del partido al grupo político morenovallista y con eso, lo que hizo fue llenar al PRD de prácticas autoritarias, al ser la tradición política de Rafael Moreno Valle y también lo fragmentó por la salida de militantes y perfiles políticos.

El coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales del ICI, dijo que, uno de los detonantes de este fenómeno es Carlos Martínez Amador, quien ahora figura para disputar por la alcaldía de la ciudad de Puebla.

El PRD, dijo, no tiene las facilidades ni la capacidad para negociar y tampoco tiene estructura política y eso no le va a permitir posicionarse en el escenario político electoral.

Además, no se puede deslindar al sector empresarial que brinda financiamiento al PRD desde la figura de Carlos Martínez Amador, por eso, el PRD si logra negociar con el sector privado para recabar apoyo de alguna clase empresarial pudiera repuntar un poco pero su escenario parece complicado.

Solo eso les puede favorecer para levantar el proyecto, sin embargo, si no logran el objetivo, si no hay consensos están condenados a extinguirse.

Recordó que, en sus inicios el partido tuvo un proyecto interesante, porque enarbolaba el discurso de izquierda popular con una base democrática, sin embargo, fue controlado por el denominado grupo de Los Chuchos del que Carlos Martínez Amador es miembro.

“Lo importante será el alcance que tenga la coalición entre el PRI, PAN y el PRD, y la capacidad de generar consensos internos dentro de la misma coalición para impulsar un candidato emanado del PRD”.

El analista político del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), señaló que, la política pragmatista de Carlos Martínez Amador no ha sido capaz de apuntalar al PRD rumbo al 2024 y lo mantiene como un espacio de poder para su persona.

Lo que se observa hoy, es un partido que abandonó todos los objetivos por el que fue creado y ahora solamente se muestra como rémora de la alianza Va por Puebla.

Mejía Rosas, dijo que, hoy vemos que, en la opinión pública no se ven en el escenario y no están presenten en la coyuntura electoral, por eso, si quieren permear tendrán que hacer un verdadero trabajo de tierra.

Los perredistas en el Estado de Puebla están perdiendo piso para competir, por eso, su única posibilidad es competir con la alianza, porque de lo contrario corre el riesgo de extinguirse.

El coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales del ICI, recordó que, en sus inicios tenía un objetivo social, sin embargo, al volverse pragmático por negociar por el mejor postor derivó en una reactualización del clientelismo político del que tanto peleaba y absorbió las practicas autoritarias del PAN.