Para el nuevo modelo educativo que arranca a partir del próximo ciclo escolar con la Nueva Escuela Mexicana, las autoridades del rubro deben revisar y apuntalar los modelos en las escuelas Normales, más en las rurales, “y alinearse con lo que se plantea la Nueva Escuela Mexicana”.
Para Gilberto Maldonado, dirigente del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), en el sistema educativo mexicano, hubo quienes ven la educación como negocio y para tratar de recuperar inversiones realizadas en la compra de plazas.
“Y aunque todavía hay algunos de esos vestigios, también hay mucho por hacer en las filas del magisterio”, por eso, concordó con las voces que dicen que la Nueva Escuela Mexicana se tiene que revisar, para beneficio de los más de 1.5 millones de trabajadores del país y de todos los estudiantes.
El dirigente del magisterio disidente alertó de los rezagos en las acciones pedagógicas en los maestros rurales y aunque es un tema muy disperso, es urgente mejorar su formación para transmitir mejores conocimientos.
“Hay quienes tienen la mira para seguirse preparando, los que después de la licenciatura cursan maestrías, orientados a los contextos donde desempeñan su función, pero encontramos gente que llegó a impartir su actividad y de ahí no han pasado”.
Todo eso, lo vemos en el resultado en muchas escuelas donde la diferencia es muy notoria, donde no abonan en resolver las problemáticas sociales que día a día se vienen incrementando.
Maldonado Maldonado, dijo que, la educación hoy no tiene mucha diferencia con el pasado, porque entre los maestros de hoy, hay de todo, los responsables, que tienen conciencia bien definida, y otros muchos que, no olvidan que cuando en la década de los 80 y 90 hicieron dispendio con la educación.
Incluso, dijo el vocero del CDMP le tocó conocer a algunos que lograron prepararse y hacer el mejor papel, por eso, también son muy diferentes las percepciones económicas que reciben.
Dijo, “existen rezagos y disparidad de los que trabajan en lugares olvidados, pero también michos otros que llegan por influyentismo y tráfico de influencias”, que, curiosamente llegan a cubrir plazas en zonas urbanas, “es muy común”.
Además, recordó el dirigente del magisterio en resistencia, hay mucha gente que se pega al charrismo sindical, inclusive gente de la Secretaría de Educación Pública que a tras mano realiza este movimiento.
“Hay mucha gente joven que llega a zonas urbanas cuando hay muchos más de 15 y hasta 20 años que están refundidos en la sierra, en lugares muy apartados y marginados donde desarrollan su actividad”.
Por eso, reconoció que hay Intereses de funcionarios educativos en la asignación de plazas, “siempre lo ha habido”, porque los gobernantes en lo general han descuidado esta área tan importante y la consideran más como un espacio de carácter político”.
Lo anterior, más que por la importancia que reviste la cuestión educativa de los Estados y del país, pero la gran mayoría de los gobernadores es tratada como un asunto más político que pedagógico.
Ahí en donde se tiene que hacer un alto para revisar de manera minuciosa empezando por los que están al frente de la SEP, los que los rodean y los vínculos que vienen del charrismo sindical que a tras mano hacen y deshacen.