En el país existe la percepción que la delincuencia organizada pueda jugar un papel determinante en las elecciones del 2 de junio de 2024, “que no sé si determinante”.
Para el responsable del programa de Seguridad y Justicia del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la Ibero Puebla, Tadeo Luna de la Mora, es muy claro que ya tiene muchísimos años jugando un papel en las elecciones. en términos generales.
Sobre todo, en elecciones locales, en ciertos territorios de ciertos Estados, donde el control de grupos de la delincuencia organizada ha sido histórico, “por ejemplo, en Estados como Tamaulipas y Guerrero, en municipios de Chihuahua, Sinaloa y Sonora”.
Hay que tener en cuenta que hay muchos territorios del país que son controlados por la delincuencia organizada y lo que ellos hacen no está desligado del poder político ni del poder económico.
Hay mucha evidencia de los nexos de la delincuencia organizada con regidores, con partidos políticos, con los Estados, con los gobernadores, como Francisco García Cabeza de Vaca en Tamaulipas, y muchos otros.
Ha habido una relación entre el crimen organizado y los partidos políticos con sus dirigencias, pero los delincuentes también pueden jugar este papel donde hay muchos territorios en disputa entre grupos delictivos.
Dijo, por ejemplo, que existen territorios donde se presentan mayores indicadores de violencia por esta disputa entre los grupos del crimen organizado y esos territorios quedan no observados por la autoridad electoral.
El académico de esa casa de estudios jesuita dijo que, cada 6 años o cada época de elecciones se voltean a ver los territorios para ir a buscar votos y se van a tener que meter las campañas políticas para ir a buscar esos sufragios.
Además, van a tener que entrar a estos territorios en disputa, lo que puede generar una condición o circunstancia que supone una desventaja en relación con otro, en términos generales.
Por eso, lo que queda en entredicho es por quién votar o por quien no en estos lugares, cuando todos tienen discursos sobre la inseguridad, que no han funcionado en esos territorios
Los discursos como los del presidente Andrés Manuel López Obrador, en las mañaneras, no se refieren a la inseguridad que muchos ciudadanos siguen viviendo la violencia, las muertes diarias, los robos, por eso, “claro que puede quedar un mínimo”.
Ese combate puede quedar a discursos políticos más de derecha, más de mano dura y de mayor prisión, de mayores fuerzas armadas, que de por sí es nociva de respuestas para acabar con la inseguridad.
El responsable del programa de Seguridad y Justicia del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la Ibero Puebla, no descartó que haya presencia de la delincuencia organizada en el proceso electoral del 2024, sobre todo en la contienda municipal y en regiones que se conocen con presencia del crimen en diversos ámbitos.