"Aunque las leyes y las instituciones electorales siempre son perfectibles, México tiene un entramado de leyes en la materia muy robustas que permiten que funcione el sistema electoral, el problema es que con todo eso, siempre es posible hacer trampas", lamentó Juan Pablo Aranda Vargas, politólogo de la UPAEP.

En entrevista con Intolerancia Diario, el politólogo explicó que en México se han vivido tiempos complicados sobre los procesos electorales que ha llevado a aplicar cambios en las leyes.

Pese a reconocer que se tienen leyes suficientes, adecuadas y que responden a las exigencias de la sociedad, el especialista recalcó que ha sido de mucha disputa política, que desemboca en crisis y confrontación electoral, las trampas en los comicios siguen presentes.

“Siempre son perfectibles las leyes y las instituciones, a pesar de los cambios que ha tenido el modelo electoral y las trampas que se han hecho”.

El también director del departamento de Formación Humanista de la UPAEP dijo que México tiene un modelo impresionantemente robusto, que, si se compara con el modelo de los Estados Unidos, que es extremadamente malo y deficiente, que produce resultados que pueden ser en contrasentido.

Por ejemplo, señaló, un candidato en Estados Unidos puede ganar la presidencia con menos votos sobre su contrincante, con base al modelo de colegio electoral.

"Lo que se observa por todos lados es un descontrol democrático y prueba de ello es que hay propaganda no autorizada, a destiempo, cuyos recursos no conocemos, no hay transparencia, la autoridad electoral no se está dando a basto”.

Desde su perspectiva, esto sucede por ser un proceso que se vive en México y en diferentes partes del mundo, de la entrada del populismo y lo que hace es que se juega con la democracia.

"Seguimos siendo democráticos pero las instituciones dejan de contar, dejan de importar; en ese debilitamiento, a pesar de todo, México ha aguantado y sigue aguantando".

Por lo visto en las últimas semanas, apuntó, es evidente que los partidos políticos caen en la ilegalidad cada vez con mayor tranquilidad, con un pie en el cuello, porque las reglas no son claras.

En EUA, una persona puede ganar la presidencia con menos votos, sobre su contrincante por el modelo de colegio electoral, como sucedió en la contienda electoral entre Donald Trump y Hillary Clinton, que la segunda tuvo más votos y perdió las elecciones.

"El actual gobierno federal tiene consolidado el uso de programas sociales, por eso, a los futuros aspirantes a cargos de elección popular no les funcionará el discurso de la política de bienestar sin una estrategia clara", finalizó.