En el municipio de Puebla se ha dejado que la especulación inmobiliaria haya crecido hasta 14 veces contra el tamaño de la población que solo ha crecido 3 veces, con lo que aprovechan las lagunas y grandes crecimientos horizontales que tiene la Ciudad de Puebla.
Para el catedrático de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP, Octavio Flores Hidalgo, el crecimiento desmedido de la ciudad de Puebla y la autorización de permisos es un gran problema, “es un tema muy delicado en cuestión del consumo del suelo, porque ya se volvió un material escaso en cuestión de la accesibilidad”.
Existe entonces un contraste brutal en la horizontalidad de la ciudad y en esto, el costo ambiental y económico para el municipio es enorme porque conlleva servicios, además, administrativamente es muy complicado.
"El problema es cómo se regula un servicio cuyo plan director tiene una medida y el resto es pendejez, entonces lo que hacen los inmobiliarios o la gente, si no hay un reglamento que no los regula es que pueden hacer lo que quieran porque nadie los vigila".
Por eso, el control, el municipio lo tiene perdido debido a la falta de regulación y de conciencia social por la circunstancia de tener las cosas regulares, porque ya cuando se acercan al notario se dan cuenta que tiene que regularizar el predio y se meten en líos espeluznantes.
En esos casos, dijo el urbanista de la UPAEP, es cuando se quejan del problema de tramitología que tienen que enfrentar por hacer las cosas mal, “eso es una combinación de omisiones y de pecado previos”.
Ante eso, el municipio tiene que regularizar y eso mismo pasa con los fraccionamientos que no logran municipalizar y pasa con muchas condiciones en el abuso por la forma en que estamos creciendo y de manera importante en los años 60 y 70.
En ese escenario, ahora hay que voltear al reciclaje, a la regeneración del interior, al repoblamiento de los territorios que están subutilizados pero que económicamente no son accesibles para toda la sociedad poblana.
Flores Hidalgo, destacó incluso la asimetría de ingresos y capacidades de adquisición son muy altas que impiden al inversionista adquirir un predio o una casa, por las políticas de regulación de suelo accesibles para poderlo ofertar y no seguir creciendo, “es un círculo vicioso muy fuerte”.
"A eso le sumamos que cerca del 30 por ciento de las construcciones en el país tienen modificaciones por parte de los dueños por autoconstrucción y adaptación conforme va creciendo la familia van creciendo, por eso, hay cambios muy agresivos en el día a día y que el municipio no tiene la capacidad de supervisar tanto”-
Por eso, el catedrático de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP dijo, lo que puede hacer la autoridad municipal es acudir y registrar, sin embargo, cuando regresa ya se la hicieron y le aplican el clásico sabadazo de parar la casa.