En desarrollo habitacionales como Lomas de Angelópolis tienen muchos espacios que no se han municipalizado y eso los lleva a tener problemas serios, desde problemas con la dotación de servicios básicos como luz, drenaje y agua potable hasta que se inunda en algunas zonas.
A decir de Zeus Rodrigo Manuel Moreno Cortés, coordinador de la maestría en Hábitat y Equidad Socio-territorial, de la Ibero Puebla, aunque todo eso está a cargo las constructoras, el desarrollo lo dejan al abandono una vez que se les acabó el negocio y les dejan a los vecinos.
Con todo eso, a los municipios les genera un costo, además, en ese entorno, se genera una lucha por la desigualdad, por eso, crecen esos desarrollos residenciales con problemas de carencias y compran problemas.
Sin embargo, aclaró que, cuando en las zonas residenciales o de alto costo, les falta algunos de esos servicios, como agua, drenaje o alumbrado público tiene que ver con la municipalización.
Por eso, dijo que, si el desarrollo inmobiliario le falta luz el problema es que el desarrollador inmobiliario no hizo la municipalización, sin embargo, los vecinos no conocen que tienen que ser los encargados de pagar esos servicios y, por lo tanto, les genera problemas.
Ahí mismo, dijo el académico, se genera un problema grave de desigualdad social y los grandes fraccionamientos de interés residencial conviven de la mano con espacios irregulares.
“Esto a la larga trae un descontento social”, dijo, además que vive de manera permanente en la zona metropolitana de la Ciudad de Puebla, además que, son temas que no están contenidos en los planes de desarrollo municipal.
Por eso la alerta es para llevar a cabo una consulta pública de los programas de desarrollo urbano y que la gente asista y comente lo que vive en el día a día, porque muchas veces solamente esos foros se vuelven de simulación y donde está la realidad es con la gente que vive al día.
Lo más relevante, señaló Moreno Cortés, es que se planee desde la realidad de los que la viven, porque en los actuales tiempos políticos, la realidad en esos espacios se politiza al generarse una especie de negocio del desarrollo de los ricos y de la pobreza.
Es decir, aseveró el coordinador de la maestría en Hábitat y Equidad Socio-territorial, en las zonas donde menos recursos hay, donde hay más necesidades, los políticos las usan para hacer campaña, para recaudar el voto a cambio de ciertos servicios.
Lo que se observa en cada proceso electoral, dijo el académico, es que los políticos y las agrupaciones sociales que se encuentran en cada región juegan con los medios de la población para poder sacar raja política, “eso le llamamos oportunismo político”.
En la visión de desarrollo inmobiliario aclaró, no se puede reducir las diferencias entre los dos sectores, porque se observa la existencia de bancos de tierra, donde los desarrolladores inmobiliarios tienen intereses políticos, que se ven reflejados en acompañamientos a las élites políticas.