"Aunque ya no se utilizan los viejos vicios de convencimiento al electorado para que voten los aspirantes a cargos de elección popular, los candidatos y los partidos políticos cada vez encuentran más herramientas para manipular a los ciudadanos", señaló Claudia Ramón Pérez, politóloga de la UPAEP.

En entrevista con Intolerancia Diario, la académica dijo que los partidos políticos siempre encuentran la forma de manipular al electorado, sin embargo, cada vez más seguido dejan de lado a los ciudadanos.

"Los partidos políticos, son los que canalizan y transmiten los intereses y demandas de la población para que sean consideradas en las tomas de decisión gubernamentales".

En ese sentido, explicó que posibilitan la participación de la población en el proceso político por medio de la elección de los representantes populares que ejercen el poder político.

"Unos más y otros menos son los que representan lo que piensa la sociedad, sin embargo, hoy que están en intensa confrontación previo al inicio de las campañas, habrá que ver si a la sociedad le interesan estos conflictos".

La académica explicó que se presentan por las diferentes corrientes y expresiones que existen al interior de los partidos políticos generando desgaste.

"Morena, el partido en el poder también existe un desgaste natural dentro de los gobiernos que encabeza, sin embargo, lo mismo sucede con los demás institutos políticos que son gobierno".

La politóloga de la UPAEP aseguró que es paradójico es que en estos partidos que hacia el exterior compiten en un esquema democrático hacia el interior se vuelven estructuras que tienen élites.

"El reto de los partidos políticos es conciliar a los distintos grupos de tal manera que no se originen fracturas que operen en contra, porque existe la posibilidad que participen solo con simulación, es decir, que digan que hacen proselitismo sin hacerlo".

Eso genera la posibilidad de que la alianza o partido político pierda votos, porque se dejan espacios o regiones sin votos donde se considera que ya los tienen, pero la falta de operación real hace que los pierdan.

“Si alguno de los grupos queda inconforme basta con que esa corriente no se sume para restarle sufragios al que resulte el candidato, es decir no hacen nada en contra, pero tampoco nada a favor”, finalizó.