Uno de los retos que enfrenta actualmente el sistema de partidos políticos en general, entre muchos otros, es mantener la participación democrática a través de los movimientos sociales.

Se trata, dijo Cristopher Mejía Rosas, analista político del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI) de romper con la tradición política, caudillista y clientelar que durante mucho tiempo marcó la política priista y que hoy corremos el riesgo de repetir y reproducir con los candidatos o los líderes políticos del partido hegemónico, Morena.

Alertó sobre la creciente presencia de esos que, algunos les llaman como chapulines que se han infiltrado en la estructura social de Morena y que han generado una polarización adentro, sin saber la finalidad que buscan en el instituto político.

Entonces, dijo el coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Relaciones internacionales del ICI, ese es el escenario que enfrenta el sistema de partidos políticos liderado por Morena.

Por eso, aseveró que, si la militancia social no participa en términos de negociar, exigir, consensar y articular con los líderes partidistas se reproducirá de nuevo la política caudillista contra la que tanto se ha luchado en este país.

La función de la militancia tiene que ser crítica, participativa y de lucha social, además, debe dejar a un lado esas aspiraciones de trabajo que ofrecen los candidatos, como alternativa en lo inmediato.

Tienen que romper, puntualizó, con las ideas de subordinación a los líderes, por el capital económico que traen y al contrario deben generar una nueva perspectiva de organización, de lucha y de autonomía que rompa con esas prácticas políticas clientelares y corporativas.

El clientelismo consiste en todos los privilegios que el político concede gracias al control que tiene sobre las concesiones administrativas, sobre todo, en tiempos políticos se trata de apoyos electorales.

Por eso, Mejía Rosas aseguró, el principal reto de Morena como movimiento social, es romper de inmediato, con esas prácticas caudillistas, clientelares, caciquiles y patrimonialistas.

El analista político, señaló que, los infiltrados que prevalecen en la actualidad han sido gente con capital económico y político muy fuerte que mantiene la influencia en todos los niveles jerárquicos del partido hegemónico.

Previamente, mencionó que, en la actualidad, las coaliciones de partidos políticos rumbo al proceso electoral del 2 de junio de 2024 se observan fraccionadas y son generadas por las crisis internas que viven.

Es un reto, aseguró, lograr su estabilidad, consensar y negociar internamente para articular acuerdos rumbo a los comicios, porque al final, los electores estarán frente a dos opciones que deben cumplir el mandato de atender a la sociedad poblana.

Sin embargo, alertó que, resulta riesgoso dejar las opciones del voto solamente a dos alianzas de partidos políticos, por eso, al ser un escenario fuerte de disputa electoral planteó que las propuestas de los candidatos podrán inclinar la balanza de los votantes.