"La cantidad de agua que se tiene en los mantos freáticos se ha disminuido entre un 30 y hasta un 40 por ciento, lo que pone en riesgo de la disponibilidad de agua en la zona metropolitana de la Ciudad de Puebla y el resto de la zona metropolitana", reveló el profesor de la UPAEP, Francisco Javier Sánchez Ruiz.

En entrevista con Intolerancia Diario, el investigador de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable reveló que el almacenamiento de las presas de agua se ven muy afectadas porque fueron pocas las precipitaciones pluviales en esta temporada.

En ese sentido, dijo que además de la poca cantidad de lluvia que hubo, la manera de retenerla no fue adecuada, porque casi toda se fue al alcantarillado y no hubo manera de sostener esta cantidad de agua.

"Cuidar y mantener el agua es una actividad que se debe reforzar en todos los sectores sociales y productivos y sobre todo reforzar la mejor administración y reutilización del vital líquido".

El agua llega al municipio de Puebla de los mantos freáticos de los glaciales ubicados en la zona de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, donde ya se detectan afectaciones en los municipios de esa región.

"El problema es tan grande que existe un déficit severo debido en gran parte a la falta de tratamiento del agua, lo que hace evidente la carencia de la cultural de su cuidado".
 
En ese escenario, dijo el académico de la UPAEP, es importante que expliquen en donde están invertidos los recursos para el monitoreo, porque las plantas de tratamiento no están dando resultados.

"Solo han puesto en marcha dos y tienes dos en mantenimiento y en total son 7, por eso, no se está invirtiendo el dinero de los poblanos y no se da el seguimiento como debe de ser".

La escasez de agua se agudiza de manera alarmante, por eso, hay que generar las estrategias para lograr que se logre captar la mayor cantidad de agua de las lluvias, para entender que hay momentos de la caída del agua de lluvias para recolectar esa agua.

El profesor investigador de la UPAEP recomendó la necesidad de capturar el agua y filtrarla para evitar que haya daños a la salud, porque no es suficiente la cantidad que se almacena.