En la designación de la ministra Lenia Batres se vislumbra un efecto que viene de tiempo atrás porque es la tercera ministra designada en este sexenio, de lo cual vemos una situación de corrupción, aclarando que la palabra quiere decir desnaturalizar los fines y objetivos que tienen las cosas y las personas.

Para el especialista en Derecho del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Agustín Herrera Fragoso, hay que ver que pasó algo histórico, porque es la primera vez que se da una designación directa del presidente por votar las ternas en el Senado.

Eso quiere decir que, dentro de la primera terna, ninguno tenía el mérito y hay una cercanía para nombrar a la persona que más se identifica con la presidencia de la república.

Ante los tres nombramientos, dijo, “vemos un efecto donde una ministra que plagió su tesis, otra que no tiene la pericia y esta última que es el efecto más corrupto y demeritorio que se puede ver”.

Por eso, dijo, tan es así que ya se observó una intervención donde otro ministro le tuvo que dar clases en plena grabación y desarrollo de la sesión, “otro efecto es que quiere cambiar las normas interna, incluso de la forma en que se rigen laboralmente”.

“Al interior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la ministra Lenia Batres es una persona que no cubre los requisitos como ya se evidencia en su actuación para estar en ese nivel, que es el más alto que tienen los juristas para poder desarrollarlo, eso quiere decir que tengan pericia y técnica en el área jurídica”.

Sobre todo, señaló, en el área constitucional, principalmente, en las materias de amparo y procedimiento para garantizar a los gobernados que el acceso a la justicia tenga un efecto correcto, adecuado y con los mejores estándares del país.

Por lo anterior, quienes deben ocupar ese cargo deben ser los juristas más capaces y con más pericia, “estamos viendo un efecto a las situaciones que pierden mérito ante lo que la SCJN ha desarrollado durante mucho tiempo”.

Herrera Fragoso, destacó que, la llegada de Lenia Batres se debe a la simpatía con el presidente de la república, porque se evidencia que es una pieza en el juego del ajedrez de Andrés Manuel López Obrador, por eso, no puede actuar independiente, sin embargo, hay que ser muy objetivos.

Por eso, recordó que, los presidentes en turno ponen al senado una terna y son gente cercana, que conocen, referenciada que puede acudir a ese poder judicial y el segundo análisis es de los senadores, que tienen que ser objetivo, en la evaluación y que cumplan los requisitos.

“Siempre hay tendencia del poder ejecutivo hacia la exposición de un perito, el tema central, que vivimos en varios rubros, es que se busque a la persona con los mejores méritos para llegar cargo, pero ese es el punto en que fallamos, que no ponemos a peritos adecuados”.

Sin embargo, aclaró que no hay en la SCJN muchos ministros que tengan carrera judicial, sino que son externos y eso evidencia que no se respeta al mismo poder judicial con las personas que deben desarrollar todo un histórico y un trabajo que se debe realizar.

“La ministra tiene la figura de la presidencia, pero la segunda instancia tiene que hacer una evaluación”.