Después de terminada la emergencia sanitaria por Covid-19, en la zona metropolitana de la Ciudad de Puebla, se notó mucho el crecimiento de automóviles particulares, lo que abona en el aumento de la contaminación, reveló Francisco Javier Sánchez, profesor de la UPAEP.
En entrevista con Intolerancia Diario, el docente de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable, señaló que el aumento de coches genera mayores índices de contaminación.
De acuerdo con el INEGI, para 2023, Puebla registró 36 millones 665 mil 130 unidades de automóviles particulares, lo que representa un incremento de casi el 16% en relación con 2018 cuando hubo 31 millones 9 mil 172 unidades.
Esos indicadores reflejan que, por cada habitante de Puebla, se tienen poco más de 5.5 autos, lo que refleja un crecimiento alarmante por los contaminantes que emiten diariamente por su uso.
El planteamiento de cómo controlar el creciente número de autos que hay en la zona metropolitana, el académico dijo que, lo que han hecho algunos países desarrollados para actualizar el parque vehicular es darles alternativas de financiamiento.
Eso representa que, retiran el vehículo anterior y posteriormente te dan capacidad para que se pueda adquirir uno de mejor calidad.
“No es el caso para el Estado de Puebla, porque no podemos saber la capacidad adquisitiva de cada uno de los ciudadanos que tienen ese tipo de manejo o de automóviles”.
El primer problema que percibe el profesor universitario es que, sería complicado desde la autoridad controlar este incremento, sin embargo, lo que sí se puede exigir ya como autoridad es la verificación vehicular.
Sánchez Ruiz señaló que, si alguien tiene un automóvil que pasan tantos años de antigüedad obviamente debe tenerlo en mantenimiento y pasar la verificación porque si no, tendría que pagar multas constantes.
“Pero eso es ir al extremo para poder controlar este tipo de parque vehicular muy antiguo y que generalmente es el que mayor contaminación del aire genera, pero ahí es buscar ciertas alternativas que coadyuven a cambiar las unidades o arreglaras para reducir los contaminantes”.
Lo conducente, dijo el profesor de la UPAEP, es que hay que sentarse con la distribuidora, con las agencias de los automóviles y ciudadanos y darles alternativas.
“Obviamente que, si ya no quieren tomar estas alternativas establecer las multas, el decir que no están cumpliendo y van a tener que retirar su vehículo o estar poniendo multas en función de todo esto”, finalizó.