La movilidad urbana en Puebla desde hace muchos años tiene bastantes carencias, entre ellas la mala planeación de las rutas, además de la falta de capacidad de negociación de la autoridad con los grupos de poder que existen actualmente y que no han dejado que se resuelvan los problemas de rutas.
A decir de Zeus Rodrigo Manuel Moreno Cortés, coordinador de la Maestría en Hábitat y Equidad Socio Territorial de la Ibero Puebla, por el centro de la ciudad pasan una gran cantidad de rutas que no tendrían que pasar por ahí, sin embargo, los grupos de poder juegan un papel importante para que no se resuelva.
Y es que, existe mucha presión de los grupos, “los que sabemos que controlan estos sectores y que son muchos grupos”, porque ejercen presión para darle a su gente el empleo formal a partir de implementar más y más concesiones.
Por cierto, dijo, muchas de estas concesiones son por favoritismos y amiguismos, “sabemos que muchos están dentro de la política una vez que se retira encontramos que tiene hasta 20 camiones que circulan libremente”.
Ante eso, el académico dijo que, se necesita una depuración, pero todo tiene que depender de las necesidades reales de la ciudad y se tiene que ir haciendo a nivel estatal.
De lo que se trata, afirmó, es de retirar camiones, pero también sustituirlos por algo que ofrezca ganancias, además, hay que retirar rutas, pero las tiene que sustituir por donde sí pase el transporte público y no dejar a los ciudadanos indefensos.
Ante eso, aclaró que los gobiernos en Puebla no han sabido planear en términos de la movilidad urbana y, además, les hace falta mano dura para sancionar a concesionarios.
Insistió en que, no hay planeación adecuada de las rutas y estas van apareciendo conforma a la necesidad de la ciudad se va dando, “eso hace que de repente encontremos calles por las que pasan hasta rutas que durante 10 kilómetros recorren el mismo lado para después desviarse cada una a sus destinos y eso es una equivocación”.
Moreno Cortés cuestionó por qué sucede esto, “porque no debemos olvidar que los que tienen el poder de la lucha social que manejan a las rutas, también tienen un cierto poder político y siempre están aliados hacia planes y proyectos electorales”.
Ellos pueden mover una elección hacia un lado o hacia el otro y ahí sí más que mano dura ha faltado la capacidad de negociación hacia estos grupos e ir cambiando el sistema de transporte hacia una acción centralizada o concesionada en vez de dejar el transporte público en manos de los grupos sociales.
“Pero también está la capacidad política, porque es muy difícil decir que van a quitar todas las concesiones y las van a mover en todo del Estado porque de hacerlo sin planear te paran la ciudad y te la inmovilizan”.
Entonces, se necesita capacidad de negociación más que mano dura para ir mejorando las condiciones del transporte paulatinamente hasta llega a lo que quisiéramos.