Dentro de los desarrollos inmobiliarios que existen en la zona metropolitana, alrededor del 20 por ciento se encuentran deshabitadas, ya sea por los propietarios o porque las inmobiliarias no logran venderlas.

Sin embargo, dijo em urbanista de la UPAEP, Octavio Flores Hidalgo, esos espacios se convierten en posibles focos de la delincuencia o espacios a los que llegan a vivir paracaidistas que después se apropian de las viviendas.

Ante eso, alertó que, en la ciudad de Puebla, existen muchas casas abandonadas y eso tiene que ver con un tema multifactorial, aunque los desarrolladores inmobiliarios mantienen la constante de seguir con las construcciones de vivienda.

Ante eso, aclaró que todos los desarrollos inmobiliarios prevén entre el 15 y hasta el 20 por ciento que no se va a vender rápido o se les va a estancar la venta, “ellos tienen que sacar su recuperación en el 80 y hasta el 85 por ciento de lo que venden para recuperar su inversión y obtener ganancias”.

Por eso, reveló que primero está la forma de venta, enseguida la forma de aproximación, el tipo de créditos, porque hay algunos que pueden acercarse a la gente y la ubicación de la vivienda.

Sin embargo, el profesor de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP aclaró que muchas veces por las distancias es más barato rentar que irse a vivir allá, donde construyen los desarrollos inmobiliarios, por el problema de traslados.

Además, el problema se conjunta con la falta de servicios o la calidad de vida o la seguridad o la percepción de proximidad, “por ejemplo, muchos se están yendo a Cuautlancingo y en algunos horarios salir por la parte trasera del periférico es casi imposible y se tardan casi 40 minutos en el tráfico ahí”.

“Es ilógico que en ese tramo tengamos ese problema, entonces es una falta de visión en el uso mixto y se ha abierto tanto”.

Flores Hidalgo agregó que, las viviendas van a tener ese fenómeno, como casas del INFONAVIT que es algo que se ha peleado mucho, que es tratar de recuperar esas carteras vencidas, porque, además, la gente pierde su trabajo o cambia de trabajo o cambia de residencia y prefiere dejar morir eso ahí.

Por eso, el profesor de la UPAEP señaló que, son una serie de condiciones que hay que reactivar y también hay que cambiar la forma en como diseñamos las viviendas, “así la sociedad, cambia, muta y se transforma, también las viviendas que son un reflejo de cómo es la situación de la sociedad actual”.

“Ya necesitamos espacios de coworking, ya necesitamos terrazas de comunicación, para el perrijo, el gatijo, hay otras formas de convivencia en los usos mixtos y en eso nos ha faltado mucha creatividad”.

Sin embargo, como ya tenemos un modelo especifico de desarrollo inmobiliario y ya se saben la formulita, ya no quieren salirse de ahí, “se casan con la idea y sé que eso me da tantos dividendos y listo”.

El problema es que la ciudad se vuelve una mercancía, por lo tanto, el sujeto es el demandante, es el comprador y al rato son números, parte de ese proceso mercantil de la vivienda, por eso, vamos a tener todo ese tipo de abandonos porque no es parte dentro de una conciencia social sino como un objeto de intercambio.