La crisis en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) crece, luego de que paristas han violado la libertad de expresión, el derecho a la libre circulación, la dignidad humana, la seguridad personal, la igualdad y no discriminación, así como la protección de datos personales.
Así fue señalado en el informe presentado al Consejo Universitario por Claudia Rivera Hernández, integrante de la Comisión del Diálogo, quien denunció diversas violaciones a los derechos humanos y universitarios durante las negociaciones con los estudiantes paristas.
Por ejemplo, según el informe, se detectó que algunos manifestantes usaban estrategias tácticas, operativas y aparatos de radiocomunicación, así como vestimenta que no corresponde con las dinámicas universitarias.
El documento fue expuesto ante el Consejo Universitario, donde se informó sobre las dificultades en el proceso de diálogo y las condiciones impuestas por los manifestantes.
Inicio del paro y primeros acuerdos
El conflicto inició el 25 de febrero, cuando un grupo de estudiantes de diversas unidades académicas se manifestó en las instalaciones de Ciudad Universitaria.
Al día siguiente, los manifestantes decidieron cerrar el acceso y declararon un paro estudiantil.
Ante esta situación, la Comisión Institucional de Diálogo ingresó a las instalaciones el 28 de febrero, alcanzando acuerdos iniciales: mantener clases en línea, reconocer el paro como pacífico y garantizar que no habría represalias contra los participantes.
Tensión en la negociación
El 4 de marzo, en un intento por establecer un puente de comunicación con los paristas, la Comisión Institucional de Diálogo fue recibida con estrictas condiciones para ingresar a Ciudad Universitaria.
Entre las exigencias impuestas por los manifestantes se encontraba la formación de filas separadas por género, cateos físicos, la prohibición de portar mochilas o bolsas y la restricción de grabaciones durante el trayecto hacia la mesa de diálogo.
Una vez dentro, los integrantes de la Comisión relataron que fueron rodeados por un cerco humano, limitando su libre tránsito.
"Desde el ingreso hasta la salida de Ciudad Universitaria, fuimos violentados en nuestros derechos humanos y universitarios", señaló la también consejera del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico en el informe.
Destacó que no se les permitió realizar preguntas ni recibir el pliego petitorio general acordado previamente.
Intimidación sin diálogo
De acuerdo con la Comisión, la dinámica establecida por los paristas solo permitió la lectura de un comunicado sin posibilidad de interacción.
"No se permitió de ninguna manera la participación de la Comisión Institucional de Diálogo", menciona el informe.
Además, se denunció que los manifestantes grabaron el encuentro sin consentimiento, generando un ambiente de tensión e inseguridad.
El documento también destaca que los integrantes de la Comisión comenzaron a experimentar ansiedad, miedo y estrés debido a la situación.
"El desplazamiento fue difícil. Recibimos indicaciones autoritarias y contradictorias. Se nos informó de mala manera que no podíamos grabar, pero ellos sí grabaron en todo momento de forma intimidante y sin expresa autorización", detalla el informe.
Observaciones y violaciones
Otro de los puntos que generaron preocupación fue la estructura organizativa de los paristas.
Según el informe, se detectó que algunos manifestantes usaban estrategias tácticas, operativas y aparatos de radiocomunicación, así como vestimenta que no corresponde con las dinámicas universitarias.
"Esto levanta cuestionamientos sobre la naturaleza del movimiento y sus verdaderos objetivos", menciona el documento presentado ante el Consejo Universitario.
La Comisión Institucional de Diálogo reiteró ante el Consejo Universitario su disposición para encontrar una solución al conflicto, pero enfatizó que la postura inflexible de los paristas ha impedido avances significativos.
"Hemos estado abiertos al diálogo en todo momento, pero los paristas no han permitido entablar un diálogo ni han entregado el pliego petitorio general para resolver la problemática", expresó la Comisión.
Además, se advirtió que la falta de diálogo ha afectado las actividades sustantivas de la BUAP, perjudicando no solo a la comunidad universitaria, sino a la sociedad en general. "Como consecuencia de la falta de diálogo, diversas actividades sustantivas de la BUAP se han visto afectadas", concluye el informe.