La procesión de Viernes Santo, que cumple ya su XX aniversario, y de la optimistas calcularon 120 mil asistentes mientras que los mas conservadores señalan 80 mil fieles, demostró nuevamente el fervor poblano, que como cada año colma las calles del primer cuadro citadino.

Los miles de devotos acompañaron a cinco imágenes en la afamada Procesión de Viernes Santo, cuando se recuerda el calvario, la pasión y la muerte de Jesucristo; en la catedral poblana el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, pidió mantener la fe a pesar de las adversidades.

Este año, la procesión cumplió su XX aniversario ‚Äîpreviamente fue prohibida en los años 20 durante la guerra cristera‚Äî, y en su celebración las imágenes dolientes de la Virgen María y la Virgen Dolorsa del templo de El Carmen acompañaron al Señor de las Maravillas, considerada la efigie más venerada. Una Cruz Guía, portada por jóvenes ataviados a la usanza franciscana, encabeza la concentración de fieles.

Un grupo de tamborileros y matracas que marcan el ritmo fúnebre de la Procesión, que abre paso a las niñas vestidas de ángeles que consigo llevan clavos, martillos, coronas de espinas y otros símbolos de la pasión de Jesucristo.

La marcha solemne partió de Catedral, siguió por Palacio Municipal, para tomar luego la 2 Norte hasta la 4 Oriente-Poniente; más tarde, en la 11 Norte frente al Templo de Nuestra Señora de Guadalupe, el arzobispo Sánchez Espinosa encabezó la segunda reflexión. "Consumatum est" o "todo esta consumado", fueron las palabras finales del arzobispo este Viernes Santo.