Los acontecimientos delictivos de Monterrey, representan un “golpazo” para el sistema político mexicano, pero también tiran el argumento de que el gobierno federal le ganaba la batalla al crimen organizado, así lo declaró el analista político de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Alejandro Guillén Reyes, quien agregó que el atentado tendrá repercusiones en el intento de la autoridad nacional de recuperar terreno ante la delincuencia creciente que se vive en el país.

Por su parte, el internacionalista de esa misma casa de estudios, Werner Voigt, dijo que resulta lamentable que el propio gobierno mexicano reconozca que se enfrenta a terroristas, cuando antes solamente se hablaba de crimen organizado, por eso apuntó que la autoridad nacional, requiere de apoyo especializado para resolver esos actos delictivos en contra de la sociedad, porque México no tiene al personal capacitado para esas tareas.

El catedrático, sugirió que el Estado mexicano contrate a personal del extranjero porque, desde su perspectiva, formar a sus propios especialistas en la materia le llevará por lo menos unos cinco años, mientras que el tema requiere de atención inmediata, para darle mayor tranquilidad a los integrantes de la sociedad y para garantizar que esos hechos se castigan de manera frontal y bajo ninguna circunstancia se toleran.

El académico de la UPAEP, Alejandro Guillén Reyes, agregó que encuentra que el gobierno de Nuevo León está desesperado ante los acontecimientos, pero además, hay evidencias que tienen como elemento de presión que la opinión pública tomó posición en contra del gobernador de esa entidad, “entonces se observa una situación delicada, porque además hay información imprecisa”.

Guillén Reyes, aseguró que las autoridades del país están actualmente en una situación de incertidumbre, porque las pistas que se tienen llegan a cuentagotas y así parece complicado que puedan encontrar a los responsables, aunque ya se habla de los Zetas, “veo que los acontecimientos son un golpe tremendo para el gobierno federal y para Nuevo León”.

El incendio provocado en el casino de Monterrey, dijo el académico, le pega fuertemente al intento de las autoridades de ganarle la batalla al crimen organizado, porque el hecho de suyo propio, genera una percepción mala de la actuación de los gobiernos federal y estatal, pero también hay que mencionar que los acontecimientos trágicos son una constante en Nuevo León desde hace muchos años, porque es evidente que tienen problemas relacionados con la inseguridad y de manera permanente se sabe que se presentaron balaceras.

El incendio del casino no representa un golpe a toda la estrategia de seguridad nacional, pero hace evidente el proceso de militarización de la federación en varias regiones y en estados, como Nuevo León, Michoacán y Chihuahua.

Guillén Reyes, dijo que el gobierno debe responder con la captura de los responsables, porque no se puede quedar de brazos cruzados y darse el lujo de no combatir la delincuencia.

Los hechos en Monterrey, son actos deliberados de personas enfermas, que realizaron ataques abiertos contra la sociedad civil, más allá de negocios y ganancias, “parece que son personas con interés por ver arder el país”