Este domingo concluye la estancia de las reliquias del beato Juan Pablo II en la Basílica de Guadalupe, santuario donde el pasado 25 de agosto iniciaron su peregrinación nacional que realizarán por cuatro meses.

Según Comunicación Social de la Basílica de Guadalupe, los fieles que acuden a visitar las reliquias han formado hasta 55 filas en el atrio, y ante la urna que las contienen han desfilado hasta 70 feligreses por minuto, lo que hace un aproximado de más de 200 mil fieles hasta esta tarde.

Con lo anterior, el “Papa mexicano” volvió a movilizar a cientos de miles de feligreses, familias enteras, jóvenes y adultos.

A lo largo de estos cuatro días, durante todas las misas que se ofician ordinariamente en la Basílica de Guadalupe desde las 06:00 hasta las 20:00 horas, los fieles han recordado el legado del Papa peregrino de la paz y han orado por la paz del mundo y en especial de México, y por los fallecidos en Monterrey el jueves pasado.

En el atrio, mientras los fieles esperan pasar ante la urna, han tenido la oportunidad de escuchar la catequesis sobre la vida de Juan Pablo II y algunos incluso hacen la oración del Rosario.

Se espera que el flujo masivo de fieles continúe durante este domingo hasta las 21:00 horas, pues a las 22:00 horas serán despedidas tras lo cual partirán hacia la Catedral de la Diócesis de Toluca, segundo punto de su peregrinación por 91 diócesis del país.

Las reliquias son dos: una de primer grado que consiste en una cápsula con sangre de Juan Pablo II colocada en un relicario en forma de cruz y pegada al pecho de una figura de cera del beato a tamaño natural, y otra de segundo grado que consta de un fajín con el escudo papal que fue de su propiedad.

La figura de cera fue elaborada por artesanos de la ciudad de Guanajuato, la cual porta las vestimentas que fueron confeccionadas por el sastre del Papa, y una estola hecha por religiosas de Guadalajara.

La urna es de alpaca repujada con incrustaciones de Talavera y agarraderas en los cuatro lados.

Sus dimensiones son de dos metros de largo por 1.10 de ancho y 1.60 de alto. Su peso aproximado es de 250 kilogramos, incluyendo la base rodante para su instalación, y está protegida con una mica especial y sellada para su propia seguridad.

Después de visitar el Estado de México, las reliquias retornarán el 5 de septiembre a la capital del país para estar hasta el día 8 del mismo mes en la Catedral metropolitana.