En una ceremonia desprovista de discursos políticos, salvo breves mensajes póstumos, miles de asistentes guardaron un momento de silencio exactamente a las 08:46 de la mañana, cuando el vuelo 11 de American Airlines impactó la Torre Norte del Centro Mundial de Comercio.
Familiares de las víctimas leyeron, uno a uno, los nombres de las dos mil 794 personas que murieron en el ataque ocurrido hace exactamente una década en las Torres Gemelas, incluidos trabajadores, policías, bomberos y visitantes.
A capela, la Banda Juvenil de Brooklyn entonó el himno nacional y la bandera de las barras y las estrellas fue depositada en el podio, desde donde el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dio un breve mensaje de recordatorio de los caídos.
Detrás de un cristal blindado, los presidentes Bush, Obama y sus cónyuges fueron testigos de honor del recordatorio. Poco después el mandatario estadunidense se dirigió a los asistentes en un breve saludo de contenido bíblico.
Entre la multitud, familiares de los deudos ondeaban pancartas con fotografías de sus seres queridos. Algunos aprovecharon la mención de los nombres para enviar breves mensajes afectivos. En total fueron seleccionados 338 lectores, cada uno mencionando 18 nombres.
La lectura fue interrumpida a las 09:03 horas locales, el momento exacto cuando hace 10 años el vuelo 175 de United Airlines colisionó contra la Torre Sur. Enseguida el ex presidente Bush dio un breve mensaje póstumo.
Alrededor de los edificios que forman el perímetro de la Zona Cero ondeaban banderas estadunidenses, conforme reanudó la lectura de los nombres.
Desde el podio, el hijo de una de las víctimas, el rescatista Peter Negrón, habló a nombre de los hijos de los caídos. Los acordes de una sonata de Bach, interpretada por el chelista virtuoso Yo-Yo Ma, sirvieron de marco al recordatorio de las víctimas.
La conmemoración inició poco después de las 08:00 de la mañana con la llegada de los presidentes.
Obama y sus acompañantes saludaron afectuosamente a los deudos y guardaron después un momento de silencio frente al Monumento Conmemorativo del 11-S erigido en memoria de las víctimas en el epicentro de los ataques terroristas del 11 de septiembre.
El diseño “Reflejo de la Ausencia” incluye dos estanques compuestos cada uno por dos cascadas, que serán abiertas al público este lunes.
En la estructura alrededor de las piscinas se encuentra los paneles de bronce con los nombres de las personas que murieron en el atentado.
Obama y Bush se dirigirán después a Shanksville para honrar la memoria de las víctimas del vuelo 93 y depositar una ofrenda floral, además de reunirse en privado con los deudos.
La tercera escala de la agenda presidencial incluye una visita al Pentágono, para asistir a una ceremonia póstuma, en compañía del nuevo secretario de Defensa, Leon Panneta.
Para completar la jornada, el presidente estadunidense asistirá por la noche al “Concierto de la Esperanza” en el Centro John F. Kennedy, donde pronunciará el único discurso de la jornada.