Para conseguir el objetivo de detener la deforestación en México para 2020 y hacer frente a los impactos del cambio climático es necesario cambiar de fondo las actuales políticas públicas en la materia, sostuvo el coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace en el país, Héctor Magallón.

En conferencia de prensa para presentar la propuesta “Revolución forestal. Hacia una nueva política forestal para detener el cambio climático”, consideró necesario hacer cambios profundos en las políticas públicas que enfrentan la pérdida de los bosques en el país.

Aunque el presupuesto federal para la Comisión Nacional Forestal ha aumentado de manera significativa durante los últimos dos sexenios, a su parecer continúa sin darse prioridad real a la protección de los bosques de México.

Destacó que hace 11 años el presupuesto para esos ecosistemas era de 300 millones de pesos y la propuesta actual que entregó el Ejecutivo federal a la Cámara de Diputados prevé recursos por seis mil 800 millones.

Sin embargo esos recursos no se utilizan de la manera más efectiva para el cuidado y la protección de las zonas forestales, por lo que es necesario replantear los instrumentos de política y la visión de manejo y aprovechamiento forestal comunitario.

Magallón destacó que la propuesta de Greenpeace establece reorientar la estrategia de apoyo al manejo y aprovechamiento forestal, para que sea comunitario, así como fortalecer las comunidades en sus procesos de conservación, protección y uso sustentable de los ecosistemas forestales.

En ese sentido, expuso que la nueva política forestal debe ser incluyente y producto del consenso entre comunidades forestales, ciudadanía, organizaciones e instituciones gubernamentales, entre otros, para que esta política sea de todos y no quede atrapada en discurso.