No es extraño que la civilización haya elevado a categoría de derecho humano el acceso al retrete, inodoro, excusado, sanitario, letrina, urinario, servicio, aseo.

El derecho al retrete, para su pleno disfrute, requiere la garantía de otros derechos “accesorios” como el privilegio al agua y el legítimo acceso al drenaje.

Por ello la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó una nueva campaña con el objetivo de reducir a la mitad, de aquí a 2015, el porcentaje de la población mundial sin acceso a agua potable ni a un saneamiento adecuado, que incluye un inodoro conectado al drenaje.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, y el príncipe Guillermo de Holanda, participaron en la sede neoyorquina de la ONU del lanzamiento de una campaña que quiere acabar con la situación en la que viven dos mil 600 millones de personas que todavía no cuentan con el acceso habitual a tal instalación.

El objetivo es reducir a la mitad esa cifra, que supone 50 por ciento de la población de los países en vías de desarrollo, con el fin de mejorar la salud de esas personas, por lo que buena parte de los esfuerzos se centran en lograr que el acceso a letrinas en tales condiciones sea una realidad.

"Es hora de que pongamos el asunto del saneamiento y el acceso a letrinas en el lugar en el que le corresponde: en el centro de nuestras conversaciones sobre desarrollo", expusieron.

Casi 400 delegados de todas partes del mundo se reunieron en Pekín, China, para iniciar la Cumbre Mundial del Inodoro cuyo propósito, dicen los organizadores, es un intento por quebrar el tabú que rodea a estos muebles fundamentales de la vida diaria.

En ese foro además aprovecharon para pedir que el 19 de noviembre sea declarado como Día Mundial del Inodoro.

Entre los asistentes a la cubre hay planificadores urbanos, expertos ambientales y diseñadores de inodoros que pretenden, según Jack Sim, organizador de la cumbre, garantizar el acceso a un excusado a partir del reconocimiento de que es un derecho humano, olvidado ciertamente pero que debe ser reivindicado.

Mucha gente piensa que se trata de una broma, un chiste, pero luego de una breve reflexión puede darse cuenta de que es un asunto serio, indica Sim, porque ante la falta de retretes muchos tienen que tolerar malos olores, suciedad y enfrentar problemas de salud.

La cumbre tendrá una duración de tres días y se enfocará en cómo mejorar los excusados a nivel global, mediante el uso de una administración más eficiente y la aplicación de nuevas tecnologías.

También la ONU ha apuntado que este acceso es una cuestión de derechos humanos, al igual que la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reafirma la imperiosa necesidad de potenciar la salud pública y la atención primaria de salud.

Durante el lanzamiento de la campaña, Ban Ki-moon reconoció que parte del problema actual se debe a "la impopularidad del asunto", cuando se habla sobre desarrollo.

El máximo responsable de la ONU apostó así por acabar con la defecación al aire libre, por lo que abogó porque se impulse una "educación pública efectiva" al respecto, y "las personas entiendan los peligros de esa práctica y cambien sus hábitos nocivos para la salud".

Por su parte el príncipe Guillermo de Holanda, quien es presidente del comité asesor de Naciones Unidas en la materia, señaló que a este tema "le falta glamour, pero es un asunto crucial. Negar la necesidad de tener acceso a letrinas adecuadas es alargar una crisis que sigue agravándose".

Según destacó, el mensaje de la nueva campaña del organismo internacional es que el saneamiento y el acceso al agua potable son "cruciales para la salud, conllevan dignidad, igualdad y seguridad a la población y representan una buena inversión económica, al tiempo que promueven un ambiente limpio".

Los datos de la ONU muestran que los menores de cinco años son los más vulnerables a los efectos nocivos de la falta de saneamiento y a una higiene no adecuada, dos de las mayores causas de la diarrea, un mal que mata al año, según Unicef, a un millón 200 mil niños menores de cinco años.

"Podemos reducir los casos de diarrea en los menores de cinco años y salvar un número incalculable de vidas simplemente expandiendo el acceso a un saneamiento adecuado", comentó a su vez el director del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Anthony Lake, en el lanzamiento de la campaña.

En el caso de México, de acuerdo con cifras oficiales, 78.1 por ciento de la población nacional tiene acceso a drenaje, mientras que en el medio rural se reduce a sólo 38.2 por ciento la población que cuenta con ese servicio.

Un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) muestra que 88.8 por ciento de los habitantes del país puede hacer uso de agua potable, pero sólo la reciben 68.7 de quienes viven en el campo.