La "dulce" Navidad, en la que todo el mundo espera pasar unos días de felicidad y paz en familia, disfrutando del festejo, parece haberse convertido en un arma de destrucción masiva según las noticias que se publican estos días.

Estas entrañables fechas pueden implicar tremendas consecuencias para la salud física, mental, y para las fatigadas cuentas bancarias. "Protéjase de la sal, de las grasas, de los azucares, del frío, de los parientes, de los gastos, de la carretera", son algunos de los alarmantes titulares que hacen estremecer al más valiente.

Por empezar por alguna de esas buenas nuevas, los cardiólogos recuerdan que el día de Navidad, el 25 de diciembre, es el que registra más muertes por fallo cardíaco de todo el año y que los fallecimientos se disparan un 8% respecto al mes anterior.

La hipertensión y el colesterol se convierten en regalos inesperados, ambas patologías aumentan estos días mientras que se agravan en quienes ya las padecen.