Comer 12 uvas durante el primer minuto del año nuevo, con el propósito que se cumplan las metas trazadas, es uno de los rituales más sencillos y de último momento que harán los poblanos, dentro de una variada gama de ritos propios de la celebración.

En las principales tiendas de ropa que se ubican en el Centro Histórico de la ciudad se pueden observar prendas íntimas en colores amarillo y rojo que, según los crédulos, son propios para atraer la abundancia, el dinero y el amor, respectivamente.

Los precios varían, según el tamaño de la prenda, la tela, y ya sea para dama o caballero. Por ejemplo, las tangas para dama tienen un costo que va de los 100 pesos hasta 250, en tanto las pantaletas completas cuestan entre 30 y 120 pesos, los brasieres los hay hasta de 600 pesos, mientras que la ropa para caballero oscila entre los 50 y 90 pesos.

Sin embargo, éste es uno de los tantos ritos que pueden hacer los confiados para que durante el nuevo año sólo reciban abundancia en sus vidas, ya que hay diferentes ejercicios para cada cosa, pues los hay para tener éxito en el amor y dinero, hasta para cumplir viajes, comprar inmuebles, empleo o buena suerte.

Sobre la calle 9 Norte y 10 Poniente, hay un establecimiento con cientos de veladoras de colores, duendes, trolls, corona de ajos, chupamirto, cuernos de la abundancia y demás objetos que se usan en el esoterismo para “atraer la buena energía y abundancia”.

José Huitzitl López, encargado del negocio, relató en entrevista, que cada día crece el número de poblanos que acuden a esta tienda para solicitar objetos que les permita realizar el rito para atraer, en primer lugar, dinero, bienes materiales, amor y salud, en ese orden.

Lo que más solicitan es un pequeño saco de tela roja, relleno de lenteja, que deberán colocar en la cartera o monedero para que nunca falte el dinero. También entregar dinero en sobres rojos bordados en dorado, que se reparte entre los ancianos, niños y personas jóvenes para desearles prosperidad y buena suerte.

Baños de miel con agua de cáscaras de naranja, cuarzos blancos y unas gotas del perfume de la persona que realiza este ritual es propicio para limpiar el cuerpo de la energía negativa y recibir la abundancia que le depara el Año Nuevo.

De acuerdo con un sondeo realizado en diferentes puntos de la ciudad, otros ritos son recorrer los alrededores de la casa con maleta en mano durante las 12 campanadas que anuncian la llegada del nuevo año, ello permitirá concretar el viaje que tanto se ha anhelado.

Las familias, en el último día del año deberán cuidar que en su alacena no falte azúcar, arroz y frijol, y también se les recomienda cuidar que el refrigerador no esté vacío. Así como barrer la casa de adentro hacia afuera para eliminar la energía negativa de esa casa, al mismo tiempo que se ora porque se acaben los vicios y malos hábitos de los miembros de ese inmueble, y recibir la energía positiva en el Año Nuevo.

Finalmente, para los católicos en Puebla sólo es necesario acudir el último día del año o el primer día del año nuevo al templo, portando un cesto con 12 veladoras y cerillos, mismas que deberán encender una a una el día 1 de cada mes y ofrecer una oración a la Divina Providencia.

Tome nota
Comer sólo lentejas durante el día 31 de diciembre permitirá que nunca falte el dinero en esa casa. Y se recomienda que un plato de este guiso se aparte para que sea lo primero que se coma al inicio del Año Nuevo. Después de degustar una cucharada, se puede comer ya los platillos preparados para la cena de Año Nuevo.