Horas interminables de espera, falta de información y caos vehicular predominaron en el primer día de actividades reales de la rueda de la fortuna o de observación, llamada oficialmente La Estrella de Puebla.

Este martes, luego de la inauguración por el mandatario estatal Rafael Moreno Valle Rosas, desde las 7 horas decenas de ciudadanos se formaron para que se les regalara un boleto.

Sin embargo, en el lugar reinó la falta de información y organización, ya que luego de hasta siete horas de espera, a las 14 horas se empezaron a entregar los documentos, sin ningún aviso ni por cortesía.

Muchos optaron por esperar para obtener un boleto para subir a la rueda, luego de que se anunció que una semana sería gratuito el acceso.

Posteriormente, ya con el boleto en mano, cientos de poblanos regresaron por la tarde, ya que en el ticket estaba impresa la promesa de que iniciarían las vueltas a las 19 horas.

Sin embargo, tampoco fue respetado el compromiso y se iniciaron los trabajos a las 19:30, con personas formadas hora y media antes.
A lugar llegaban decenas de personas a preguntar cómo se podrían conseguir los boletos, a lo que los trabajadores respondían que tendría que ser hasta el siguiente día.

“Se están regalando dos mil boletos diarios, pero no hay nadie que informe dónde se entregan, sólo señalan los empleados escuetamente que serán medios de comunicación radiofónicos y televisivos los que los entregarán.”

También las calles aledañas fueron insuficientes para el gran afluente vehicular, generando congestionamiento en el tránsito, en el cual brillaban por su ausencia los agentes viales.

Al cuestionar a la oficina de prensa de la Secretaría de Seguridad Pública del ayuntamiento de Puebla sobre la carencia de agentes, se afirmó corresponde al gobierno del estado vigilar la zona.

Los visitantes
“Muy mala organización, tardamos mucho en subir, llegamos desde las nueve de la mañana y nos dijeron que a la una y nada, nos dieron los boletos como a las dos de la tarde”, dijo Carlos Vázquez Labastida.

“Estuvimos todo ese tiempo esperado y no salió nadie a decirnos nada, saben qué, vamos a tardar, si gustan esperar, nada, seis horas sin saber nada, hasta que regalaron los boletos”, señaló la esposa de Carlos Vázquez.

“Luego de que nos dieron los boletos, nos dijeron que hasta las siete de la noche y tuvimos que volver a hacer la cola, llegamos a las seis, otra fila de hora y media, porque empezaron a subir hasta siete treinta”, insistió.

“El recorrido fue muy corto, de 20 minutos, no se siente nada, la vista es panorámica, se ve hasta el estadio Cuauhtémoc y la iglesia de Cholula, depende de cada quien qué quiera ver, si la azotea de Angelopolis u tras cosas", señaló Carlos Vázquez.

“Nos formamos desde 11 de la mañana, nos entregaron los pases pasado de la una de la tarde”, dijo Pilar Ramos, entrevistada al estar hasta al frente de la fila acompañada de sus hijos, al referir que ya para subir tuvo que esperar otra hora y media.

“Está fabuloso, se ve toda la ciudad, a mí me gustó mucho”, dijo Gloria Salamanca, proveniente de Guadalajara, Jalisco, al informar que el día de la inauguración se quedaron sin subir.

“Ayer venimos y no alcanzamos a subir, entonces a los que ya no subimos nos dieron boletos y ahora casi fuimos de los primeros”, dijo la mujer jalisciense.

Indicó que en la víspera esperaron tres horas sin poder subir a la rueda de observación, pero dijo que todo valió la pena.

“Todo precioso, se ve precioso, se siente fabuloso”, dijo acompañada de su familia.