Las seis ciclovías que se construyeron en avenidas del Centro Histórico no funcionan como lo planeó la administración municipal.
Su inversión ha sido de al menos 32 millones de pesos, pero muy pocos ciclistas las utilizan.
Estas vías de comunicación para bicicletas son utilizadas únicamente por peatones o, en su caso, por repartidores y motociclistas.
Incluso, son los propios ciclistas los que han denunciado problemas como los cambios en las dimensiones de los carriles, fallas en su planeación y la falta de respeto de los peatones, quienes utilizan estas vías de comunicación.
Como parte del proyecto de regeneración del primer cuadro de la ciudad se instalaron 4.6 kilómetros de ciclovías en las calles 7 Oriente-Poniente y 4 Oriente-Poniente, así como en la 2 Norte-Sur y la 5 Norte-Sur, en 18 Oriente-Poniente, de la 5 a la 6 Norte y en la 5 Norte-Sur, desde la 7 hasta la 18 Poniente.
Aunque el proyecto pretendía que al menos por día circularan 211 bicicletas, la realidad es que por hora llegan a pasar por este carril entre una y dos unidades de este tipo de transporte.
Pero eso no es todo, la construcción de estos carriles confinados en el primer cuadro de la ciudad trajo consigo daños colaterales para los habitantes y comerciantes de esta zona.
Estas rutas para bicicletas han ocasionado problemas viales graves en horas pico pues, al verse reducido un carril, el tráfico vehicular se incrementa hasta dejar vialidades que los automovilistas circulan a vuelta de rueda.
Además, la desaparición de estacionamiento en la vía pública ocasionó graves daños a comerciantes y vecinos de los lugares donde fueron colocadas.
Por un lado, los comerciantes vieron una caída hasta de un 40 por ciento en sus ventas, situación que no fue considerado por las autoridades que planearon el proyecto.
Por otro lado, los vecinos que habitan el lugar se quedaron sin lugar para estacionar sus vehículos particulares, pues ahora han tenido que gastar importantes cantidades de dinero para pagar una pensión para su automóvil.
Por ello las quejas no se hicieron esperar y, a un año de haberse puesto en marcha, estas rutas para bicicletas se han convertido en un “elefante blanco”.
“Muy pocos las ocupan”
En un recorrido hecho por Intolerancia Diario por las principales rutas que se construyeron en el primer cuadro de la ciudad para la circulación de bicicletas, se demostró que éstas no son utilizadas para su fin, pese que fueron concebidas para propiciar en los ciudadanos el uso de la bicicleta como medio de transporte, reducir los niveles de contaminación y hacer más atractivo el Centro Histórico de Puebla.
Durante una visita de varias horas en el lugar, se lograron contar al menos 10 repartidores de productos que circulaban por ellas.
Sin embargo, personas que pueden usar estas rutas como medio de transporte sólo fueron de una a dos personas por hora.
De acuerdo con ciudadanos que tienen sus centros de trabajo o viven en los trayectos de estas rutas, pocas personas son las que utilizan estas vialidades.
“Muy pocos las ocupan, raras son las personas en bicicleta que circulan por ellas, solamente se ve un número mayor los domingos, cuando se convierten las calles del centro en peatonales.”
Según los reportes de los vecinos y comerciantes, estas rutas son más utilizadas por los peatones que por los propios usuarios de bicicletas.
“Hasta parece burla, son carriles para bicicletas pero quienes más las usan son los repartidores de productos de negocios del centro, motociclistas o peatones, quienes es común ver caminando sobre las ciclovías.”
Los entrevistados afirmaron que, literalmente, nadie utiliza estas vías de comunicación, por lo que esto tiene que ver con una falta de planeación y un gasto que al final fue innecesario.
“La verdad fue dinero tirado a la basura, no sirven de nada porque, desde mi punto de vista, no hubo una buena planeación de las autoridades, pues era mejor buscar otra alternativa”, refutaron.
Quiebran comerciantes por instalación de ciclovías
Desde la construcción y puesta en marcha de las ciclovías, quienes no ven la suya son los comerciantes del primer cuadro de la ciudad.
Para ellos, la edificación de estas rutas trajo más problemas que beneficios.
Ellos coincidieron en que estas rutas para bicicletas son inservibles para lo que pretendían las autoridades.
“No podemos tomar esto más que como una burla, estas rutas no sirven, no las utilizan como se debe y las autoridades no concibieron los efectos negativos que nos trajeron a los comerciantes”, recalcó un empresario que tiene su negocio en la 4 Poniente, entre 2 Norte y 5 de Mayo.
Para los comerciantes del primer cuadro de la ciudad, la construcción de las ciclorutas ocasionó un grave daño a los empresarios del ramo, quienes dependen de sus negocios.
En este sentido, señalaron que los efectos económicos para ellos fueron devastadores.
Hay negocios que tuvieron que cerrar o que no se han podido recuperar de una caída en sus ventas, que llega a 40 por ciento, producto de haber quitado un carril de la avenida que servía para el estacionamiento de clientes que llegaban a realizar diversas compras en el primer cuadro de la ciudad.
“Las autoridades nunca pensaron en los daños que nos iban a hacer al retirar el estacionamiento en la vía pública, han cerrado negocios y los que sobrevivimos seguimos con pérdidas de hasta un 40 por ciento.”
Los comerciantes recalcaron que la Cámara de Comercio en ningún momento consultó a los agremiados del ramo para poder opinar sobre la instalación de las ciclovías por temor a las autoridades encargadas del proyecto.
“A nosotros nunca nos consultaron, nuestros representantes aprobaron el proyecto, fue cuando protestamos pero no fuimos apoyados por nuestros líderes y estamos sufriendo las consecuencias.”
Al final, los dueños de los comercios coincidieron en que no hubo una planeación adecuada del proyecto, pues había otras alternativas que no eran permanentes, sino temporales, como solamente realizar cierres totales los domingos para disfrute de las familias.
Fallas técnicas
Otro inconveniente que se ha visto dentro de las ciclovías tiene que ver con las fallas técnicas en su construcción.
La colocación de guarda-peatones, que no era la opción, ha obligado a las autoridades a sustituirlos por vialetas incrustadas al piso, pues las primeras fueron colocadas a distancias inadecuadas, que ocasionaron diversos accidentes de vehículos.
Además, se ha documentado a través de grupos sociales que las ciclovías son intransitables cuando llueve, pues la deficiente nivelación de las mismas y un más sistema de drenaje ocasiona que gran parte de ellas se inunden.
Incluso, personal de la Secretaría de Desarrollo Urbano ha realizado diversas revisiones del sistema de drenaje de todas las ciclovías construidas en el Centro Histórico de Puebla.
Lo anterior, debido a que las lluvias evidenciaron inundaciones en estos carriles, que los hicieron prácticamente intransitables.
Durante la supervisión se detectaron fallas en su sistema del drenaje, la falta de limpieza en alcantarillas o incluso un error en las mediciones del desnivel que realizaron las constructoras encargadas de construir las ciclovías.
Estas revisiones han tenido el propósito de identificar plenamente las causas de estas fallas y proceder en consecuencia para remediarlas y liberar el tránsito de los usuarios de estos elementos.
Pero también se han evidenciado errores en la construcción de las mismas, en donde se han identificado hundimientos que pudieron ignorar las empresas encargadas de edificar estos elementos.
Por ello se ha tenido que hacer válida en varias ocasiones la garantía de vicios ocultos, para que los responsables tomen las acciones necesarias para poder remediar este problema.
Sanciones, sin aplicar
A partir de la publicación del nuevo reglamento para la implementación de ciclovías en el Centro Histórico, se busca aplicar multas que van de los 2 a los 100 días de salario mínimo (60 a 6 mil pesos), arresto de hasta 36 horas o trabajo comunitario, en contra de usuarios de prestadores de servicios, conductores particulares, transporte público y motociclistas. Todo, con el fin de dar seguridad a los ciclistas que circular en estas ciclo-rutas, que a más tardar en un mes se podrán usar de manera normal y cotidiana.
En cuanto a las responsabilidades de conductores, ahora se puede proceder a un arresto de 36 horas, así como una multa de 100 días de salario a todos aquellos conductores de autos particulares, motocicletas, transporte público, motonetas, remolques, camiones de carga, entre otros, bajo el influjo del alcohol por donde se encuentran las ciclovías.
Sin embargo, no se han aplicado por dos razones: porque son poco transitables y porque no hay personal de Vialidad municipal para hacer valer estas sanciones.
Este nuevo reglamento aprobado en cabildo contempla otorgar toda facultad a la Dirección de Tránsito Municipal para aplicar las sanciones correspondientes para mantener las ciclovías libres de cualquier obstáculo y mantener el libre paso de personas, ciclistas y personas con capacidades diferentes.
Los elementos viales tendrían la facultad de retirar cualquier vehículo que sea ajeno a las bicicletas que se encuentren dentro del área de las rutas que circularán por diversas calles del primer cuadro de la ciudad, sin embargo, los agentes brillan por su ausencia en estos lugares.