En Puebla está ubicado el estado en el segundo lugar nacional con niños fumadores, y ahora las mujeres le pelean de “tú a tú” a los hombres en el consumo de tabaco.

Cada vez la edad de inicio en este consumo va disminuyendo en edad, siendo los niños y adolescentes la población más vulnerable por la mercadotecnia de la industria tabacalera.

Cada vez hay más mujeres que fuman. Y los gastos que se generan anualmente en el tratamiento de padecimientos directos e indirectos del tabaquismo es de 43 mil millones de pesos, según el Instituto Nacional de Salud Pública.

Pero el problema no es sólo en menores, sino que Puebla es la segunda ciudad de México con más consumo de cigarros, en niños consumidores de 10 años y por lo menos 400 muertes al año de fumadores pasivos.

Las estadísticas oficiales demuestran porque se ha complicado la aplicación de la Ley General para el Control del Tabaco (LGCT) en algunos “antros” donde nos se ha respetado la medida, además de la falta de vigilancia de las autoridades.

La tendencia de fumadoras en Puebla ha crecido, en lugar de haber disminuido, sobre todo por lo fácil que es para un menor de edad comprar cigarros, que puede conseguir en cualquier establecimiento sin problema de edad.

De acuerdo a la Sociedad Mexicana de Salud Pública, cada día 165 mexicanos fallecen por enfermedades asociadas al consumo de tabaco, lo cual deja una mortalidad por esta causa de 60 mil personas al año, equivalente a un estadio de futbol.

Con el documento que evalúa a 21 ciudades de la República, en Puebla 7.5 por ciento de los adolescentes empezó a fumar diariamente antes de los 10 años, en Cuernavaca fue de 7.2 por ciento, y en Tapachula y Tijuana 4.1 por ciento.

La ciudad de Puebla únicamente es superada por Toluca, donde la prevalencia de adictos a la nicotina es de 27.5 por ciento y en la Angelópolis es de 25.4 por ciento.

En cuanto al número de mujeres entre 12 y 15 años que consumen cigarros, Puebla se coloca por arriba de Toluca, pues mientras la primera tiene un porcentaje de 23.9, la segunda 22.8 por ciento.

En la ciudad poblana una de cada cuatro mujeres que estudia en nivel básico consume tabaco y, de acuerdo con autoridades sanitarias, 9 por ciento de las defunciones anuales en el estado está asociado con el consumo del tabaco.

El porcentaje que se atribuye como consecuencia del tabaquismo, entre los males del corazón es de 6.58 por ciento y 3.19 por ciento con la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

Según el INEGI más de 70 por ciento de los estudiantes de secundaria conoce las consecuencias y peligros de fumar, sin embargo, mantienen su gusto.

Mensajes
Las autoridades sanitarias señalaron que la evidencia científica ha comprobado que las imágenes y advertencias sanitarias de alto impacto generan sensaciones diversas que favorecen la concientización y estimulan los cambios de comportamiento en el fumador.

Por lo tanto, desde 2010 aparecen imágenes de las consecuencias del tabaquismo en cada una de las cajetillas de cigarros que se venden.
Éste observa la marca de su cajetilla de cigarros aproximadamente mil 700 veces durante un año. “Sin duda es la mejor manera de advertirle sobre los riesgos del consumo del tabaco”.

De ahí que en el título III, capítulo 1 y artículo 18 y 19 de la LGCT se lea “(…) deberán figurar leyendas y pictogramas o imágenes de advertencia que muestren los efectos nocivos del consumo de los productos del tabaco (…) deberán contener información sobre sus contenidos, emisiones y riesgos”.

El pasado 24 de diciembre de 2009 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo mediante el cual se establecen las leyendas, imágenes, pictogramas, mensajes sanitarios e información que deberá figurar en los empaques, envases, etiquetas, paquetes o cajetillas en los que se expendan o suministren productos de tabaco.

México no es el primer país en llevar a cabo esta acción. Países como Canadá, Venezuela, Brasil, Panamá y Uruguay, entre otros del continente americano, han llevado a cabo acciones similares.

El seguimiento y sanciones lo realizará la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y los departamentos de Fomento y Regulación Sanitaria de cada estado.

Además de estas acciones, el CECAP y la OCT han implementado otro tipo de apoyos a los pacientes con la adicción a la nicotina.

Actualmente, la Secretaría de Salud del Estado cuenta con nueve Clínicas de Tabaquismo para la atención integral del paciente con deseos de dejar de fumar.

Estas clínicas se encuentran ubicadas dentro de los nueve Centros Nueva Vida de los hospitales generales del Sur (infonavit Agua Santa), Norte (infonavit San Pedro), Tepeaca, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula, Libres, Ciudad Serdán, Zacatlán y Tehuacán.

Daños colaterales
Según informes de la Oficina Estatal para el Control del Tabaco de la Secretaría de Salud Estatal, en promedio cada año fallecen 400 fumadores pasivos tan sólo en Puebla, los que mueren por enfermedades relacionadas con el tabaco aunque sin haber fumado.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfisema pulmonar y cáncer de pulmón son los males más comunes de personas que nunca encendieron un cigarro en su vida, pero que vivieron o estuvieron cerca con algún fumador durante largos lapsos.

Debido a la alta incidencia de fumadores en Puebla, cada año el gobierno del estado eroga más de un millón y medio de pesos en la atención de pacientes con problemas derivados a la adicción de la nicotina.

Estadísticas oficiales de la misma dependencia señalan que Puebla se ubica entre los 10 estados con el mayor número de adictos jóvenes, por lo que de mantenerse esta tendencia de consumo en 11 años la adicción causará 12 por ciento de las muertes en total.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) los jóvenes que empiezan a fumar antes de los 15 años tienen un riesgo cuatro veces mayor de desarrollar cáncer pulmonar que los que empiezan después de los 25 años.

En los hombres el riesgo de contraer cáncer es de cinco a 20 veces mayor. Estudios de dicho instituto refieren que parte de los 4 mil componentes que contiene el cigarro pasan de la madre al feto a través de la placenta.

La exposición al humo de cigarro en el útero se ha asociado a déficit en la función pulmonar, un mayor riesgo de síntomas respiratorios, déficit somáticos como disminución de la talla y pequeñas deficiencias en la inteligencia y la conducta.

Después del nacimiento, la exposición pasiva al humo del cigarro se ha asociado al síndrome de muerte súbita del recién nacido.

El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias advierte que el humo del cigarro condiciona un estado de hiperreactividad bronquial predisponiendo a una obstrucción crónica de la vía aérea, evento conocido como EPOC. 
Además, estima que de 200 mil a un millón de niños asmáticos al año se afectan por esta exposición.

El tabaquismo es una adicción que inicia en grupos sociales de edades cada vez más chicas (10-12 años) y se convierte en una de las principales causas de muerte en las edades adultas, mayoritariamente entre hombres.

De acuerdo con datos de los Servicios de Salud del estado de Puebla, del total de las defunciones anuales, 3.19 por ciento está relacionado con enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y 6.58 con enfermedades isquémicas del corazón, ambos padecimientos derivan del consumo consuetudinario del tabaco.

El mapa de edades en el consumo del cigarro se ha modificado y consolidado en la adolescencia.

En lo que corresponde al género, no existe diferencia, lo consumen por igual hombres y mujeres. La tendencia se dispara entre los adolescentes del primer año de secundaria, donde lo consume 43.9 por ciento, al tercer año del mismo nivel, cuando la tendencia es de 67.7 por ciento.

El 65.9 por ciento de los estudiantes se inició en el consumo de cigarro antes de los 13 años, la curiosidad fue el principal motivo (78.2 por ciento). La estadística establece que 30.4 por ciento de los adolescentes que a esa edad no ha probado cigarro lo hará al año siguiente.

La consistencia con la que se fuma es de uno a dos días al mes. El 8.6 por ciento de los fumadores a esa edad consume cigarro de 20 a más días por mes.

Tabaquismo
Como antecedente, se tiene que mencionar que el tabaquismo es una adicción que cada vez invade la “decisión obligada” en jóvenes y niños sobre el consumo de tabaco.

Una vez que se fuma un cigarro la nicotina comienza a establecer una necesidad en el organismo por seguir fumando; de tal manera que la persona que fuma está satisfaciendo las peticiones de nicotina de su sistema nervioso aún cuando esto sea disfrazado con el gusto, con la costumbre o con la libertad.

El cigarro funciona como una droga puente o de inicio para el consumo de otras sustancias lícitas o ilícitas.

La Ley General para el Control del Tabaco se realiza como un compromiso internacional posterior al convenio marco sobre el tema. México es el primer país latinoamericano en ratificar su deseo de ejercer acciones legales en contra del tabaquismo.

Establece espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco, prohíbe la publicidad y promoción de productos de tabaco, incorpora pictogramas y leyendas de advertencia al empaquetado y etiquetado, además permite la creación de zonas exclusivamente para fumar bajo los criterios establecidos.

La adquisición
Según el estudio federal, la mayor parte de los jóvenes de nivel básico compra cigarrillos en las tiendas y para más de la mitad de ellos la edad no representó problema para su acceso, a pesar de la prohibición legal.

Los factores que contribuyen a que los niños y adolescentes sigan consumiendo tabaco son: “La facilidad de acceso a los cigarros, la presión de grupo y las campañas de promoción del consumo de esta sustancia”.

”La proporción de adolescentes que vive en zonas urbanas y que ha fumado —fumadores y exfumadores— (17.2 por ciento) es mayor a la de quienes habitan en áreas rurales (13.1)”, dice el texto del INEGI.

Por sexo, hay un mayor porcentaje de hombres: 15.4, y mujeres: 4.8, en áreas urbanas que fuman, comparado con quienes viven en localidades rurales: 11.3 y 1 por ciento, respectivamente”, destaca el informe.

Una cuarta parte de los jóvenes entre 12 y 25 años de edad son fumadores asiduos, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que evidencia que la adicción al tabaco inicia a edades más prematuras cada vez.

Seis de cada 10 jóvenes entre los 12 y 15 años conviven con fumadores, lo más grave es que 25 por ciento de esa población también tiene el hábito de fumar.

Muchas veces el consumo del tabaco se aprecia como un simple gusto que no atenta contra la salud, sobre todo si el fumador lo hace por ser aceptado en su núcleo de amigos o en fiestas.

Más de un millón de cigarrillos son consumidos en el lapso de una hora en toda la República mexicana, cifra que corresponde a los índices de mortandad vinculados con la ingesta de tabaco.