Con la complicidad del gobierno estatal que encabeza Rafael Moreno Valle Rosas se avecina la mega destrucción de la Sierra Norte de Puebla, donde se autorizaron 90 proyectos mineros, además de 80 hidroelectras, los cuales generarán daños irreversibles, pero además se quiere enviar a la gente a ghetos llamados “ciudades rurales”, donde se ha comprobado que la gente no puede vivir.
Mientras los habitantes de la Sierra Norte de Puebla marcharon de manera pacífica por las calles de la capital, sólo gritando consignas, sin hacer pintas, demandando que se proteja la vida en las comunidades, el gobierno del estado cerró las puertas y blindó Casa Aguayo.
Fueron cerca de 300 policías y granaderos quienes se apostaron a las afueras del palacio de gobierno cerrando calles y colocando un cerco intimidatorio en contra de los manifestantes que en ningún momento provocaron a los elementos, sólo les recordaban que ellos también eran trabajadores y corrían peligro con los “proyectos de muerte”.
En conferencia de prensa previa a la realización de una marcha con representantes de organizaciones de la Sierra Norte, líderes del magisterio, así como de organizaciones sociales, Germán Romero González, representante de la asociación civil Tetela hacia el Futuro, indicó que hay casos graves donde ya se ha comenzado a presionar a la gente para apropiarse de sus tierras.
Expresó que está el caso de Ixtacamaxtitlán, donde se autorizó a una empresa canadiense un proyecto para explotar 135 mil hectáreas para la minería a cielo abierto, pese a que se trata de una de las principales cuencas acuíferas de la Sierra Norte de Puebla.
Recordó el caso de la empresa Frisco —propiedad del empresario Carlos Slim— para la zona de Tetela, donde se cometerá un ecocidio acabando con la vegetación las cuencas que existen toda vez que en conjunto las empresas van a requerir 40 a 50 millones de litros de agua al día, lo que equivale a 10 por ciento del volumen de la presa de Valsequillo.
Indicó que la situación es grave ya que esa agua irá contaminada con mercurio, cianuro, arsénico; en sí, van a acabar con todo. Romero González recordó que el proyecto del gobernador es construir 80 “ciudades rurales” en la zona, pese a que se ha demostrado que estos centros de hacinamiento no son aptos para el desarrollo de las comunidades.
Indicó que la política del gobierno, sobre todo la aplicada en el estado, es equivocada, pero además la autoridad se encuentra en un plan soberbio y cerrada a cualquier tipo de diálogo, y se ha pedido que haya pláticas, pero no les han hecho caso.
Recordó que ayer el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas realizó una gira por el municipio de Tlatlauquitepec, donde el domingo se manifestaron aproximadamente mil 500 personas que protestan por los proyectos denominados “de muerte”.
Advirtió que mientras los gobiernos deben llevar a las comunidades a su desarrollo en un plan constructivo y no destructivo, sin embargo el hablar de la mega minería es sinónimo de muerte, una grave amenaza que se cierne sobre todo el estado.
Advirtió que de los 217 municipios se anunciaron 400 proyectos mineros a cielo abierto, de estos, insistió, más de 90 proyectos son para la Sierra Norte, 80 hidroeléctricas, así como las 50 “ciudades rurales” en gran parte del estado.
Dijo que ahora con esta política del gobierno del estado habrá desplazamiento social para llevarlos a esas ciudades rurales con precarias condiciones para la vida de las personas.
Germán Romero manifestó que ningún pueblo merece tener un gobierno con una actitud de arrogancia y sobre todo con una política destructiva, porque con ello llevan al estado a una debacle, a la destrucción total. Recordó además el caso de la privatización del servicio de suministro de agua potable en la capital del estado, donde construye grandes obras con una imagen bonita, pero la sociedad no se ha dado cuenta que en el interior del estado todo será destrucción.
Puntualizó que son 31 municipios de la Sierra Norte los afectados, y generará un serio problema, además de que ya se habla de escasez de agua y el gobierno ya no quiere otorgar nuevas concesiones, y a los comités les están dando permisos provisionales toda vez que toda el agua se la quieren dar a la industria minera, que es destructiva.
Pidió que todos los poblanos y mexicanos cobren conciencia de que se avecina esa destrucción del estado y que hay tiempo para corregir el camino recuperando el sentido productivo que se ha perdido, ya que además hay una amenaza de la seguridad alimentaria, y con esos proyectos no habrá agua, áreas para la ganadería ni cultivos.
Reiteró que hay “cerrazón” del gobierno del estado para escuchar a quienes están defendiendo su patrimonio, el derecho al agua, a la salud, a la vida, que está gravemente en peligro.
“La Sierra no se vende”
Durante la marcha que partió del reloj de “El Gallito” a Casa Aguayo se escucharon las consignas “¡Moreno, entiende, la Sierra no se vende!”, “¡Moreno, entiende, la tierra se defiende!”; “¡No a las minas!”; “¡Agua sí, cianuro no!”. Fueron más de 500 habitantes de la Sierra Norte y representantes sociales, quienes demandaron un cambio en la política y que se cumpla con el apoyo a las comunidades.