En Puebla, un total de 400 mil jóvenes son ninis, es decir que no estudian ni trabajan, lo que representa el 25 por ciento del total de la población juvenil por lo que es necesario seguir fortaleciendo el núcleo familiar, consideró María Eugenia Cisneros Rosado, catedrática de la Facultad de Educación de la UPAEP.

En conferencia de prensa, Cisneros Rosado detalló que, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la falta de oportunidades es la primera razón por la cual en la entidad 1 de cada 10 jóvenes de 12 a 19 años de edad, no estudia ni trabaja. 

Esto derivado de que a estos jóvenes se les ha complicado mantenerse en el estudio, o en su caso, no hay oportunidades de trabajo, pues los consideran pocos remunerados, lo que genera que se cuente con alto porcentaje de jóvenes que no hacen nada.

“También por falta de oportunidades en los trabajos y que además son poco remunerados, aunado a ello, la postura que toman al considerar que la familia les va dar todo”, dijo.

Agregó que lo anterior también se presenta por una serie de problemas tanto económicos como sociales y familiares en todo el país.

Señaló que según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en todo el mundo hasta 2015 había 3 mil millones de jóvenes, de los cuales 29.9 millones se concentran en México; sin embargo, de ese porcentaje 22.3 por cierto no estudia ni trabaja, lo que ubica a nuestro país en el quinto lugar mundial con ninis.

"Todo los estados están inmersos en una dinámica global, y por eso vemos a tantos jóvenes que no estudian ni trabajan. Y tristemente la familia también cae en esta situación de sobreprotección", apuntó.

Asimismo, dijo que de cada 100 personas de 15 años o más, el 7.9 por ciento no tiene ningún grado de escolaridad; el 56 por ciento solo tiene educación básica, el 19 por ciento cuenta con educación media superior y el 16 por ciento concluyó la educación superior.

Por lo tanto, manifestó que es importante considerar estas cifras para ver de qué manera se pueden abrir oportunidades para este sector de la sociedad, independientemente de la situación por la que atraviese la familia o tengan pocas oportunidades de trabajo.

Agregó que en el país hay muchos jóvenes que necesitan de atención, especialmente aquellos que tienen que sortear algunos problemas, como es el abandono de las aulas y otro más que tienen que trabajar por situaciones económicas que se presentan en sus familias.

Al abordar el tema de la familia como eje central del crecimiento personal y profesional de los jóvenes, la especialista recomendó retomar valores y reglas firmes para inculcarles el valor de la responsabilidad.

Y es que en su opinión, la colaboración de los integrantes de la familia es la clave para que los menores logren un crecimiento personal y mostrar mejores resultados académicos que les permitan concluir con éxito sus estudios de nivel básico, medio superior y superior.

“Los jóvenes deben ser orientados por la familia para que encuentren su vocación, mediante el diálogo y la comunicación; enseñarles que pueden hacer muchas cosas fuera de casa y no conformarse con que tienen todo en el hogar y no les hace falta nada y por lo tanto, no hacer nada”.

La especialista en docencia destacó que la comunicación con los hijos para conocer su desarrollo en la escuela, la relación con docentes y compañeros, es fundamental para crear un entorno de confianza y para poder participar en el crecimiento de los hijos.

“A partir de la comunicación con los hijos, se puede prevenir algún incidente de violencia, acoso y otros problemas que pueden afectar a los menores. Es importante mantener la comunicación con los hijos y estar atento a cualquier cambio que puedan presentar”, concluyó Cisneros Rosado.