Este año como desde hace 60, se realizó la fiesta de los Xinacates. La mayoría de los pobladores se refiere la celebración como “antiquísima”, “de generaciones pasadas”, y hasta cuentan que el origen está enclavado en la época del virreinato, con los esclavos del nuevo mundo, “por eso traemos cadenas”, señalan.
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Los Pintados o Xinacates son oriundos de San Nicolás de los Ranchos y suelen embarrarse todo el cuerpo con aceite y pintura vegetal en el festejo del adiós a la carne.
La fiesta religiosa siempre se celebra después del Miércoles de Ceniza, durante la cuaresma, y la tradición revela que Los Pintados andan por las calles pidiendo dinero "pal’ baño".
Pues es lo tradicional, decir que es pal’ baño", comenta un Xinacate de peluca rosa que lleva 5 años participando en la celebración y agrega: “Aunque pues lo usas pal´chesco o más bien pa’ la chela”.
Cada uno de los Xinacates decide utilizar en lo que quiera lo que ganó intimidando al mayor número de descuidados. En promedio cada uno alcanza a juntar 200 pesos, a eso hay que restarle lo que gastan en la pintura y el aceite que además andan cargando todo el día, “para el retoque”, así quedan menos de 100 pesos para "fiestear" el día entero.
La festividad es una de las más accesible para todos, pintarse y la indumentaria –cadenas y un calzón- no cuesta ni el 10 % de lo que se invierte en los vistosos trajes de huehue o un francés o zarpador de Huejotzingo y a diferencia de estos, la tradición puede venir de los padres, aunque también se dan casos de jóvenes que se suman a ella aunque sus progenitores estén totalmente en desacuerdo.