A partir de este domingo los templos católicos fueron cerrados durante la celebración de las misas, y sólo los ministros junto con sus auxiliares estuvieron presentes al interior, pero con la transmisión a través de las redes sociales para que los fieles pudieran hacer el acto de fe, siendo la tercera ocasión en 94 años en que los oficios dominicales son a puerta cerrada.
Fue la arquidiócesis de Puebla, la institución que ordenó el cierre de los templos, la primera vez fue en 1926 a causa de la guerra cristera, la segunda en abril de 2009 por la epidemia de influenza y la tercera ocasión debido a la pandemia de Coronavirus que afecta a gran parte de mundo.
La recomendación por parte del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa fue que los sacerdotes, principalmente de la capital, municipios conurbados y zonas urbanas hicieran uso de las tecnologías digitales para la transmisión de las redes sociales por primera vez en la historia, ya que en 2009 no eran utilizadas por la mayoría de la sociedad.
El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa comunicó el pasado miércoles a los sacerdotes que debido a la contingencia por el COVID-19, debían informar a los fieles que escuchar la misa dominical por medio de las redes sociales.
Será a partir de este 23 de marzo cuando la medida sea general, ya que algunos sacerdotes tenían ya misas comprometidas que no podían suspenderse, pero la medida será total el día 29 de marzo.
Las recomendaciones son que las misas dominicales se realizarán de forma privada, y podrán apoyarse en las redes sociales para su transmisión, anunciando a los fieles la validez de las mismas.
La segunda medida es que los encuentros de grupos numerosos, retiros, asambleas, congresos, jornadas, catequesis, pláticas presacramentales (bautizos, bodas), quedan suspendidas.
Otra medida es facilitar que en la medida de lo posible las misas sean transmitidas en las plataformas digitales y medios de comunicación públicos y privados, de modo que los fieles puedan unirse espiritualmente a la celebración de los misterios.
Las celebraciones de sacramentos ya agendadas como lo son bodas y bautizos, así como las misas feriales, podrán seguirse celebrando, pero con menor número de fieles, y se sugiere que solo sean los familiares más cercanos, implementando medidas de seguridad como la de metro y medio de distancia.
En los próximos días los templos podrán permanecer abiertos para la oración personal, y se podrá exponer en Santísimo para la oración y adoración.
La soledad de Catedral
En el cuarto domingo de la Cuaresma, al menos de una veintena de personas entre ministros, personal de la catedral y operadores de medios de comunicación estuvieron presentes en la misa de las 10 horas en Catedral, cuando en promedio asisten 500, al ser la que oficia el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.
#Ahora 💡 Ante contingencia por #COVIDー19 el arzobispo Víctor Sánchez oficia misa a puerta cerrada ⛪️
— Intolerancia Diario (@IntoleranciaID) March 22, 2020
Vía @CristopherDam 📹 pic.twitter.com/b4wZR8QJI7
En la homilía el arzobispo se refirió a la pandemia y señaló que hoy hay espacio para pedir el amor misericordioso de Jesús, que consuele en el momento difícil que vive el mundo.
Asimismo recordó que los católicos están preparnadose para vivir la cuaresma, que es el tiempo para acercarse más a Dios, se mejores hermanos, salir de las tinieblas, buscar la luz de Cristo
El recuerdo de la guerra Cristera
En 1926 luego de que el presidente Plutarco Elías Calles anunciara que el estado manejaría la organización de la iglesia católica, designando ministros, y obispos, el obispado mexicano ordenó que el 30 de julio de ese año se tocaran las campanas de los templos por última ocasión.
En Puebla fueron casonas del Centro Histórico donde las familias tradicionales dieron albergue a los sacerdotes para que las misas dominicales se oficiaran en la clandestinidad ante la persecución religiosa.
Fueron tres años de conflicto, hasta que el presidente Emilio Portes Gil, dio marcha atrás a la medida y los templos de Puebla se abrieron nuevamente los templos .
La influenza
En 2009 a finales del mes de abril durante dos semanas fueron cerrados algunos templos y la comunión se dio en la mano, además se cambió el saludo de paz que se da desde el Concilio Vaticano II.