Desde el inicio de las medidas de distanciamiento social, por las cuales también fueron suspendidas las clases para todos los niveles, Eduardo Barbosa, un comerciante de la tercera edad, no ha abandonado las inmediaciones de Ciudad Universitaria de la UAP esperando vender los portacredenciales que eran usualmente adquiridos por los estudiantes.

Los artículos de 30 pesos eran el único sustento de Don Eduardo, por lo que a pesar que las instalaciones de la universidad se encuentran vacías, no dejó que apostarse como lo ha hecho por años en la intersección de la calle San Claudio y la 22 Sur para lograr llevar algunos pesos a su hogar.

Hace un año Don Eduardo ya era conocido entre la comunidad, debido a que una estudiante recomendó adquirir sus artículos.

“Si ustedes pueden venir y apoyarlo con algo, hace rato le compartimos algo, pero no le alcanza para mucho, puesto él es el sustento de su familia”, señalaron universitarios en redes sociales.

Tras la publicación, estudiantes y familias acudieron para apoyarlo por medio de la entrega de despensas, aminorando la difícil situación en la que se encuentra, y por la que atraviesan cientos de comerciantes más en Puebla.