Amy Camacho, la jefa de la tribu Africam, perdió su última batalla. Esta vez no pudo con la enfermedad que la aquejó desde hace varios meses, pero junto con sus hermanos, no dejó morir el gran proyecto que se inició hace más de medio siglo por su padre el capitán Carlos Camacho.
Fue un lunes 2 de abril de 1972, cuando el sueño del capitán Carlos Camacho iniciaba, crear un paraíso para los animales, donde tuvieran un lugar parecido a su hábitat, que el humano los viera en libertad, sin las rejas de los zoológicos.
Los poblanos dejaron de ver el zoológico del Paseo Bravo, donde los animales eran tristes y vivían en peligro. El león César que era la atracción, fue envenenado una noche, mientras otros animales sufrían en sus jaulas, pero por el bien de ellos fueron entregados a Africam, y su vida cambió.
Sin embargo en 1976 la imprudencia de una familia que ingresó al área de los tigres con la ventanillas abajo, provocó que el capitán Carlos Camacho al ir a rescatarlos, sin disparar a los animales, fuera atacado, y días después muriera, a causa de las heridas.
En cada recorrido en los autobuses, la guía recuerda el hecho, pues es una lección sobre la seguridad.
Cuatro años después parecía que todo terminaría, ya que víctima de cáncer falleció Louise Wardle, esposa de Carlos Camacho, dejando a sus ocho hijos, siendo la mayor Amy Louise, con tan sólo 17 años.
De pronto llegó la avaricia de algunos que se quisieron aprovechar de la juventud de Amy, queriendo apropiarse del lugar. Algunos funcionarios locales y federales pensaban ser los dueños.
La intervención de Don Enrique
A principios de los años ochenta, la joven jefa de la tribu, llegó al programa de Don Enrique Montero Ponce, para denunciar lo que estaba ocurriendo, los intentos de despojarlos del legado del capitán.
La frase del principal periodista del momento en Puebla, fue contundente: “No estás sola hija, somos muchos quienes te vamos a apoyar”.
Montero Ponce, fallecido éste año, movió sus influencias, hizo llamadas y se logró blindar a la tribu.
El carácter de la jefa
Superadas la crisis, Amy Camacho, en alianza con sus hermanos, comenzó otros proyectos, en los 40 años que estuvo al frente de la tribu, nunca dejó de pensar en algo diferente.
Los especialistas decían que el modelo de zoológico como el de Puebla, no sobrevive más de veinte años, pero el parque de Valsequillo, tiene casi medio siglo.
En la innovación construyó un área para los murciélagos, trajo el primer panda rojo a América Latina, y se logró la reproducción de los tigres blancos.
Pero la familia Camacho no se conformó, buscó dar siempre algo diferente, por ello hace veinte años se le ocurrió que la gente tenía que ver a los animales en la vida nocturna.
Asimismo construyó una cabaña sobre árboles, con pisos de acrílico, y en la parte baja se puede ver caminar a los leones.
Conocidos a nivel internacional
National Geographic les dedicó un programa especial luego de que se lograra rescatar a 12 jóvenes elefantes africanos que serían sacrificados, pero hubo gestiones para traerlos a Puebla donde encontraron la seguridad, e incluso ya hubo un nacimiento en el zoológico.
La empresa resaltó el trabajo para trasladar a los elefantes en avión, estando los hermanos de Amy en el área de carga, mostrando de qué está hecha la familia Camacho.
Luchadora por Puebla
Amy Camacho, fue una mujer comprometida, con la conservación, con el saneamiento del Río Atoyac y la presa Valsequillo, encontró obstáculos del propio gobernador Rafael Moreno Valle (también fallecido) y funcionarios estatales.
Nunca tuvo desplantes hacia los medios de comunicación que la cubrieron durante 40 años, eran aliados ambos, y defendió hasta el último momento la naturaleza.
El cierre del parque
Paradójicamente, el pasado 6 de abril a través de un mensaje emitido por Youtube, anunciaron que a partir de ese día por la pandemia, las puertas del parque de conservación de vida silvestre estarán cerraras, sin embargo, algunos integrantes de “la Tribu” continuarán cuidando de los más de 5 mil 500 animalitos que alberga el parque.