Por primera vez en veinte años, el recorrido de la Antorcha Guadalupana que pasaba por los principales estados del país expulsores de migrantes, para llegar a Nueva York el 12 de diciembre, será sin corredores ante la contingencia, por lo que el llamado de la Pastoral del Migrante es mantener la oración por quienes tienen que dejar su tierra en busca de mejores condiciones de vida, además por quienes han muerto a causa de la pandemia. 

En entrevista telefónica, el encargado de la Pastoral del Migrante, Gustavo Rodríguez Zárate, señaló que no hay condiciones para que en éste año se dé el recorrido con los miles de corredores, una vez que el tránsito de las personas para el relevo que se hace al llegar a cada comunidad representaría un riesgo para la salud de los participantes y, de acuerdo con la Asociación Tepeyac, solo irán unas cuantas personas por municipio, cumpliendo con las medidas. 

Comentó que éste año será el domingo 6 de septiembre en la misa dominical donde se pida por el migrante, sobre todo, ahora que está sufriendo por no poder seguir adelante, mientras que quienes lograron cruzar a los Estados Unidos, muchos se quedaron sin trabajo, o lo más grave, perdieron la vida. 

El sacerdote expresó que lo que queda es mantenerse en oración y, si alguien puede apoyar a alguno de ellos, que lo haga. 

Dijo que será en septiembre cuando se encienda la Antorcha Guadalupana, en la Basílica de Guadalupe, para iluminar los principales municipios expulsores de migrantes. 

Desde el año 2000, las dos imágenes (Virgen de Guadalupe y Juan Diego) hacían el recorrido de la Basílica del Tepeyac hasta la catedral de San Patricio en Nueva York. 

Eran 3 meses y 12 días para que un promedio de 8 mil corredores en relevos, hicieran hagan llegar la antorcha cuidando que se apagará durante ese tiempo, y es un evento organizado por la Asociación Tepeyac de New York, pero éste año llegará sola 

El sacerdote recordó los tres motivos por los que surgió la carrera, la primera es que las fronteras no dividan a las familias, que haya un lazo de comunión a través de la imagen de la Virgen de Guadalupe 

La segunda, dijo, “pedirle a Dios y a la Virgen que no se pierda la fe católica en Jesucristo, aunque estén lejos de su casa de sus costumbres de su Pueblo, que mantengan su fe y se vuelvan alegres misioneros en aquellos.” 

“Tercero que las familias no se desunan por las situaciones que no se tienen papeles para regresar, y se mantenga la unidad". 

Expresó que es la fe en Santa María de Guadalupe la que los sostiene de pie, la que no los deja caer, además de que los une en los momentos más difíciles. 

Gustavo Rodríguez Zárate dijo que la Virgen de Guadalupe es el símbolo de identidad, pero además de unidad, y en el trayecto la gente se va conociendo, reconocen que tienen familiares migrantes. 

Dijo que se viven momentos difíciles, pero sostuvo que hay esperanza: “Yo creo que hay gente buena que busca cambiar las cosas, son jóvenes, ellos los que participan en las movilización y también portan la antorcha". 

Manifestó que puede haber un 20 por ciento gente nefasta, pero importan el 80 por ciento de quienes son buenos y no hacen daño a  nadie. 

Aclaró que la Virgen de Guadalupe solo es intermediaria del cariño hacia Dios, pero la solución está entre los hombres preparando a los jóvenes para que sean hombres de bien. 

Llegar vivos 

Entre las historias que se han contado durante los recorridos, antes de la pandemia, se encuentra la petición de que los migrantes lleguen vivos. 

“Lo que le pedimos a la virgen es que nuestros familiares crucen la frontera sin morirse, son gente buena que sólo quiere trabajar”, fue la frase de una mujer en el barrio de Cuayantla, perteneciente a la junta auxiliar de San Bernardino Tlaxcalancingo, al recibir con copal la Antorcha Guadalupana hace dos años. 

Mientras Cirila Pérez Cuaya, con su vestimenta indígena, acompañando al símbolo guadalupano, señaló que ella tiene fe en que la virgen cuide a sus familiares, que ya no haya más muertes en la frontera y que algún día regresen para estar en su tierra. 

Asimismo, dijo que está la fe y esperanza de que la situación va a cambiar para los migrantes, eso se lo han dicho sus familiares, que en estos momentos la pasan muy difícil.