Entre las altas y las bajas de la economía a causa del Covid-19 y cómo ha afectado a todos los sectores de la población, encontrar o contar historias de éxito o superación tras un año y meses de pandemia, es digno de celebrar o reconocer.

“Inicié esto para ayudar a mi familia económicamente y también para apoyar a muchas otras mujeres que como yo no sabíamos que hacer, algunas nos habíamos quedado sin trabajo o en su caso teníamos que hacer rendir lo que teníamos en casa”.

Así es como Karolina Luna, una chef y madre poblana, inició sus cursos online de cocina con el fin de ayudar a sus conocidas a preparar alimentos con lo que tenían en casa, al demostrar que para comer rico también es importante ponerle creatividad a lo que se tiene en la alacena o en el refrigerador.

“Para muchas amas de casa nos resulta complicado que preparar de comer, sobre todo ahora que por cuestiones económicas debemos hacer rendir lo que tenemos en casa, por ejemplo, mi hija o mi marido no son fan de la coliflor, pero encontré que si se los empanizo o bien, se los preparo con un poco de crema o queso ni sobras dejan, por lo que a mis alumnas siempre les recomiendo poner también un poco de creatividad”, mencionó.

Sus cursos o talleres, que por lo regular son sabatinos y vespertinos, han logrado como ella comenta un buen ambiente, al grado de reunir o contar varios miembros de la familia aprendiendo juntos al otro lado del ordenador.

“Es un tema curioso, a lo largo de este año que hemos emprendido he ido conociendo la historia de cada una de ellas o de ellos, porque debo decirlo hay hombre que también quieren aprender a cocinar o en su caso están con su esposa e hijos pasando los ingredientes o bien, sólo se escucha a lo lejos un ¿ya mero termina? ¡Huele muy bien, ya tengo hambre! Y esa es la parte que a mí más me alegra, porque sé que estoy haciendo un buen trabajo”, señaló.

Entre las historias que la chef, destaca el reencuentro de una familia que por pandemia no se habían podido reunir, una mamá y sus dos hijas han aprendido a cocinar juntas a la distancia, la primera radica en la ciudad de Puebla, mientras que las hijas en diferentes ciudades de Canadá, que encontraron en los cursos un momento para distraerse de lo que también ocurre en todo el mundo.

Karolina Luna mencionó que se siente orgullosa de poder apoyar a sus alumnas a emprender en algo que ellas no creían podrían ser buenas y demostrar que cocinar no es fácil, pero tampoco es imposible, pues en diversas ocasiones la motivación de los mismos integrantes del grupo hace que superen sus miedos.

“He logrado orientar a varias de ellas, hemos logrado armar varias dinámicas para que ellas desde el lugar donde se encuentren puedan emprender, trato de no solo dar un curso y ahí quedo el tema, la verdad es que hemos logrado entre todas y todos a superar nuestros propios miedos, no sólo al cocinar, sino al expresarnos, apoyarnos en lo que podamos y por qué no decirlo, hasta superar un poco el encierro que la pandemia nos ha dejado”, destacó.

Resaltó que ha tratado de mantener sus cursos en un precio relativamente económico y con una asesoría permanente, que no importa que el curso tenga más de un mes de haber sido impartido, ella siempre atenderá cualquier duda que tengan respecto a ese tema. 

Es así, como la Chef Karo encontró una oportunidad laboral tras que la pandemia la obligo a dejar la escuela en la que impartía talleres, pero que aún con el resguardo domiciliario no encontró un pretexto para salir adelante y ayudar a su familia.

Si quieren saber más de sus cursos o talleres pueden buscar Farfalle, Gastronomía & Diseño o Chef Karo Luna en sus redes sociales de Facebook, Twitter o Instagram.