Un cubrebocas y una gorra, protegen el rostro de impotencia, tristeza y frustración, del joven Jesús Alexander, quien presuntamente fue abusado por el diputado Saúl Huerta Corona. Ahora, a sus 20 años de edad está radicado en Estados Unidos, lugar al que huyó hace 4 años, cuando tenía escasos 16.
Entrevistado en California por al activista Carlos Orea, relató lo que sufrió y el abandono de parte de las autoridades mexicanas.
Mientras tanto, en esta semana se espera que finalmente sea desaforado el aún diputado federal Saúl Huerta, pero sólo por un delito, mientras otra de sus presuntas víctimas espera justicia.
Jesús Alexander manifestó la falta de apoyo e interés de las autoridades mexicanas y del gobierno de Morena, en darle respuesta a la demanda por presunta violación cometida por Saúl Huerta, señaló a Intolerancia Diario, Carlos Orea, también presidente de la Casa del Migrante Poblano.
Tanto el testimonio de los padres, como de su joven hijo, hicieron saber que ni el gobierno de México ni el consulado de San Bernardino les han ofrecido apoyo, a pesar de las presuntas amenazas de muerte lanzadas por el diputado Saúl Huerta, que lo hicieron huir de lugar de origen, San Francisco Totimehuacan.
Ahora, el joven migrante radica en Ontario, California, quien además fue presuntamente víctima de un atentado en contra de su vida, cuando pretendió denunciar al legislador.
Detalló que con un picahielos le perforaron la espalda, salvándose de milagro, ya que la herida estuvo a centímetros de lesionar los pulmones; el atraco y denuncia quedó registrado en la Fiscalía General del Estado de Puebla.
Los hechos ocurrieron en 2017, cuando el ahora diputado federal por Morena andaba en campaña y reclutaba jóvenes, de preferencia, que bajo promesa de darles trabajo y becas de estudio, inclusive, se los llevaba a vivir a su residencia.
“Amenazó a mi familia, me dijo que no dijera nada porque iban a estar mis padres y les iba a hacer algo, por eso me quedé callado”, dijo el joven, quien pidió que su rostro no saliera en el video de la entrevista.
Recordó que el legislador en 2017, le ofreció trabajo y dijo que después lo iba a meter a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
-Ya que presentaste la denuncia aquí, en San Bernardino (California), si te llama la Fiscalía de México, ¿estás dispuesto a atestiguar?
-Sí, estoy dispuesto a declarar lo que pasó […] lo puedo carear.
“Hay muchos que no declaran por miedo a las amenazas que da el diputado, por eso no demandan más personas, tienen temor”, afirmó el ahora migrante.
Recordó que cuando presuntamente fue abusado sexualmente le dio una bebida, que lo mareó, cuando iban trasladándose en un coche.
“Me dijo que íbamos a ir a unos baños de temazcales, estaba mareado y me sentía mal, pero me dijo que entrara yo primero. Se puso su gorra y lentes, me dijo que entrara en el baño, me dijo que estaríamos en baños diferentes, pero en un momento entró y me dijo que me quitara la ropa”, comentó.
“Él se empezó a quitar la ropa y me dijo que no tuviera vergüenza, que éramos hombres, luego me sentó en una silla donde me empezó a tocar, tenía 16 años”, indicó.
Dijo que posteriormente fue buscado por el legislador, pero se empezó a negar a ir a trabajar, sin comentar a sus padres de la situación, por miedo y temor a sus amenazas.
-Tras tu demanda, ¿has tenido apoyo del gobierno?
-No, siento que no tengo apoyo, no han hecho nada todavía.
Recordó que la cónsul que recibió la demanda de nombre Lucero Cisneros, no ha tenido comunicación con él para informarle de cómo va la situación.
-¿Te sientes solo?
-Sí, la verdad sí, no siento que me apoyen.