Ante el panorama de violencia que se vive en territorio nacional, las campanas de todos los templos de Puebla repicaron durante un minuto, además, Arquidiócesis realizó oraciones por todas las personas ejecutadas, como los jesuitas, Javier y Joaquín, pero también por los feminicidios, y desapariciones de personas.
El tañer de las campanas se dejó escuchar en todos los templos cristianos asentados en territorio nacional para recordar a la autoridad que debe realizar acciones contundentes para dar justicia a todos las familias de los millones de víctimas en México.
Las campanas también recordaron los asesinatos de las catequistas Gertrudis Cruz de Jesús y Gluserina Cruz Merino, en Huajuapan de León, Oaxaca.
Durante esta jornada convocada por las Conferencias del Episcopado Mexicano y de Superiores Mayores de Religiosos de México, los fieles católicos también realizaron una serie de oraciones para pedir a Dios que regrese la paz a Puebla y a México.
Los mártires jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, ejecutados a los pies del Sagrado Corazón, en el altar del templo de Cerocahui, Chihuahua; aún esperan la justicia de la autoridad porque a un año de los crímenes, se encuentra paralizada.
El 20 de junio de 2022, el guía de turistas, Pedro Palma, fue el primer ejecutado, posteriormente los padres al intentar evitar el crimen.
Durante un minuto doblaron las campanas de todos los templos de México para recordar a la Fiscalía General de la República (FGR), pero también a las fiscalías de cada uno de los 32 estados, que no han hecho su tarea para impartir justicia por todas las víctimas de la inseguridad, que lamentablemente arropa a México.
"Estas muertes violentas, este martirio, nos sacude profundamente y convoca a múltiples acciones, más aún porque todavía no hay justicia, para ellos y para tantas personas que han sido y son víctimas de la violencia; ya son años de injusticia e impunidad en México", subrayaron las conferencias en un comunicado.
El domingo previo el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, priorizó que "nos unimos en la oración y en el aprecio a la Compañía de Jesús que, ante estos tremendos hechos delictivos que está viviendo nuestro país, han perdido a dos sacerdotes queridos en la Tarahumara”.
Monseñor recordó que convivió con los sacerdotes Jesuitas, Javier y Joaquín, durante su mocedad en trabajos relacionados con la Iglesia.