Tras haber llegado el martes a Amozoc, el grupo de 600 migrantes de los cinco mil que salieron de Chiapas hace dos meses, arribaron el miércoles a la ciudad de Puebla, escoltados por elementos de las policías municipales, Guardia Nacional, e Instituto Nacional de Migración (INM) como apoyo en su tránsito por la carretera federal, soportado una sensación térmica superior a los 35 grados, y caminaron al menos veinticinco kilómetros.

Mientras la Pastoral de Movilidad Humana de la arquidiócesis dispuso un espacio en el templo de San Juan de los Lagos para atenderlos, el cansancio y la onda de calor generó que buscaran un punto intermedio para descansar, siendo un salón social de Infonavit San Pedro el que se les ofreció para hacer una parada, y proteger a los menores y posteriormente acudir a la parroquia señalada.

Llevando a sus hijos en carriolas, o en brazos, han sido casi dos meses en los que los migrantes han recorrido el territorio nacional , apoyados por organizaciones de derechos humanos, pidiendo únicamente al gobierno mexicano que los deje llegar a la frontera norte, y ahí intentar cruzar a los Estados Unidos u obtener una visa para entrar sin ser agredidos en su tránsito..

Fue el 25 de marzo cuando un grupo de cinco mil migrantes, en su mayoría de origen centroamericano, salieron de Tapachula y, poco a poco, han ido desertando, algunos incluso se entregaron a las autoridades migratorias para ser repatriados a su país.

De acuerdo al último recuento, quedan 600 migrantes de origen salvadoreño, hondureño, y guatemalteco los que siguen el camino, y se espera que un período de cinco días pudieran pasar por la Ciudad de México, sin que sean detenidos

Los migrantes, algunos perseguidos políticos, y otros que perdieron todo durante la pandemia, señalaron que le están pidiendo a las autoridades mexicanas un permiso para cruzar su territorio sin ser molestados.

La solidaridad

A diferencia de estados como Chiapas y Oaxaca, reconocieron que en Puebla sólo se les ha escoltado y, hasta el momento, no se presentaron detenciones en el territorio poblano.

De acuerdo a los migrantes al pasar por diferentes localidades la gente les brinda algo de comida, agua, ropa o zapatos usados.

Por medio de la Pastoral de Movilidad Humana que sigue el trabajo que el Padre Gustavo Rodríguez emprendió durante cuarenta años se le ofreció a la gente una comida ligera, y espacio para que pudieran asearse.

La pastoral tiene una red de albergues de acogida, los cuales se encuentran en las Parroquias de: Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, Nuestra Señora de la Asunción y Nuestra Señora de los Desamparados.