Después de varias semanas de concurso, llegó a la final la primera edición de “Master Chef México”, programa de televisión que buscó al mejor cocinero amateur, siendo merecedor del título el joven de 25 años de edad, Alan Rangel de oficio lavatrastes, quien dejó en segundo sitio a la Hermana Flor, de Puebla, consentida del público.
La final transmitida por Azteca Trece podrá ser vista en repetición el sábado a las 21 horas por el canal de cable Home & Health, donde se podrá disfrutar una vez más paso a paso el proceso que llevó a Rangel a quedarse con el título de “Master Chef México”, quien venció a su paisana Marlene Trujillo, estudiante de Gastronomía y a la consentida de México, la Hermana Flor, encargada de la cocina del Seminario Palafoxiano de Puebla, quien diera la sorpresa en el último programa al revelar que es la Madre Superiora del convento.
Florinda Ruiz, religiosa de 67 años de edad nacida en el Estado de México, desde hace varios años es la encargada de alimentar a 200 jóvenes del Seminario Palafoxiano de Puebla.
Su intención de ganar el premio mayor de la competencia, que era 1 millón de pesos en efectivo, era para salvar la casa donde habita su congregación: Las Hermanas Pasionistas, quienes tienen un adeudo con el banco, sin embargo, y pese a no obtener el primer lugar, señaló en conferencia de prensa en el Seminario Palafoxiano de Puebla en compañía del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, estar contenta y agradecida con todos.
“Gracias a Dios y a la Virgen y por supuesto a toda la gente que me dedicó oraciones, también a mi congregación y al seminario, yo sólo puse a disposición de todos lo que Dios me ha dado que es cocinar, de hecho no es que supiera muchas cosas, más bien aprendí mucho y Dios me ayudó y guió.
“Sé que debe haber un ganador y un perdedor, yo perdí, pero estoy en paz, sin embargo, ahora mi deuda es mayor, ya que tengo que rezar por más gente gracias al programa”, señaló la Hermana Flor.
De sus proyectos señaló que como tal no hay nada concreto y que tampoco se siente famosa, “soy la misma, si fuera famosa como dicen no tendría tanto trabajo, yo quería ese millón, pero no se hizo, ahora seguiré adelante en el Seminario y con los padres trabajando, lo que sí gané fue el cariño de mucha gente”, añadió.
En tanto, el arzobispo de Puebla destacó: “La Hermana ya regresó a su casita y yo me siento muy orgulloso de ella, de su testimonio que dio esos meses en Master Chef, de su participación genuina, ella es símbolo de sencillez, alegría, dio muestra que es posible evangelizar en la vida diaria, por eso se ganó a la gente, ella no se ganó el premio mayor, pero en el cariño que recibió nadie le gana”.
Agregó que ya hay quienes quieren ayudar a la Hermana Flor, “yo los remitiré con ella para que la apoyen en su congregación, que es a fin de cuentas por lo cual participó”, dijo Sánchez Espinosa.
Por último, aunque el concurso ha concluido, la Hermana así como el ganador y la otra finalista tendrán que cumplir varios compromisos de promoción en programas de televisión de Azteca y filiales, programas de radio, firma de autógrafos, así como otros participantes de esta primera edición de Master Chef México apoyarán con su presencia en los castings que se realizarán en toda la República para buscar ahora al grupo de niños talentosos en la cocina, quienes participarán en la primera edición de “Master Chef Junior”.
De la final y el proceso
Hubo varias sorpresas, ya que además de estar todos los integrantes de la primera edición de “Master Chef México”, también acudieron familiares y amigos de los tres finalistas, quienes hablaban con Anette Michel, conductora oficial, de las experiencias de la Hermana Flor, Alan y Marlene.
En cuanto al reto final, los chefs Benito Molina, Adrián Herrera y Betty Vázquez, pidieron a los finalistas crear un menú de tres tiempos, creativo pero basado en los elementos de la cocina mexicana.
La Hermana Flor realizó como entrada tostadas de ceviche, nopales y guacamole, de plato fuerte pechugas rellenas bañadas de salsa y de postre pastel de limón con chocolate y nuez. Alan Rangel, el ganador, de entrada preparó tacos de acociles, como plato fuerte presentó chile relleno de langostino y bañado de salsa de huitlacoche con piñones acompañado de romeritos, mientras que de postre fueron tamales de elote con salsa de frutos rojos.
Por su parte, Marlene su entrada fue de pescado, su plato fuerte filete de res con costra de chapulines y postre dulce de chocolate y vainilla con la compañía del chile como acidez.
En la entrada Alan y la Hermana Flor dejaron por debajo a Marlene, en el plato fuerte, Alan superó por mucho a la Hermana, que se caracterizó por la sencillez del plato, mientras que su paisana a pesar de sus bellas presentaciones y emplatados, su sazón dejó que desear.
Ya en el postre, Marlene y Alan superaron a la Madre, quien tuvo contratiempos en su elaboración.
Respecto al ganador, Alan Rangel, quien mostró su talento, habilidad, creatividad y gran sazón desde el principio, se llevó el premio de 1 millón de pesos, super en Chedraui por un año donde podrá gastar 5 mil pesos mensuales, la publicación de su libro de recetas de cocina entre otros premios.