Casi nueve años después del asalto a mano armada que sufrió Kim Kardashian en París, ha comenzado el juicio contra diez de los doce acusados implicados en el robo de joyas valoradas en aproximadamente 10 millones de dólares.

El caso, conocido como el "robo del siglo", ha captado la atención internacional debido a la notoriedad de la víctima y las circunstancias del crimen.​

El 3 de octubre de 2016, durante la Semana de la Moda de París, cinco hombres disfrazados de policías irrumpieron en la residencia donde se alojaba Kardashian, la inmovilizaron y le robaron diversas joyas, incluyendo un anillo de compromiso de 18.8 quilates valorado en 4 millones de dólares.

Los asaltantes huyeron en bicicleta, dejando tras de sí evidencia que permitió su identificación y posterior detención.​

Los acusados, apodados por la prensa como los "abuelos ladrones" debido a su edad avanzada, enfrentan cargos que van desde robo a mano armada y secuestro hasta complicidad y posesión ilegal de armas.

Cinco de ellos podrían ser condenados a cadena perpetua. El juicio se llevará a cabo en el Palacio de Justicia de París y se espera que se extienda hasta el 23 de mayo. Kim Kardashian está citada a declarar el próximo 13 de mayo.​

Entre los acusados se encuentra Yunice Abbas, de 71 años, quien ha confesado su participación en el crimen y ha publicado un libro titulado "Yo secuestré a Kim Kardashian", en el que relata su versión de los hechos y expresa remordimiento por el daño causado.

Otro de los implicados, Aomar Aït Khedache, considerado el presunto cabecilla del grupo, ha negado ser el autor intelectual del plan, aunque admitió haber participado en el asalto.

Hasta la fecha, solo una de las piezas robadas ha sido recuperada. Las autoridades creen que el resto de las joyas fueron fundidas y vendidas en el mercado negro.

El caso ha generado un debate sobre la seguridad de las celebridades y el impacto de las redes sociales en la exposición de su vida privada.​