En el documento Perspectivas Económicas de América Latina, presentado en Asunción en la XXI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, la OCDE y la CEPAL estimaron que la región alcanzará ese crecimiento a pesar del decrecimiento económico mundial.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dijeron que “para garantizar el progreso continuo, la región tiene que transformar ese crecimiento en desarrollo económico y social sostenible”.
“Los países con un elevado crecimiento económico deberían aprovechar esta oportunidad y llevar a cabo las reformas estructurales y sociales necesarias para garantizar un desarrollo sostenible”, dijo el secretario general de la OCDE, el mexicano Angel Gurría.
Añadió que los gobiernos deberían capitalizar los logros recientes para afrontar otros desafíos a corto y largo plazo, tales como la diversificación de sus economías, la instauración de reformas fiscales y la prestación de mejores servicios a sus ciudadanos.
Gurría, precisó que los gobiernos de la región deberían centrarse “especialmente en la educación, las infraestructuras y la promoción de la innovación”.
El documento entregado por la OCDE y la CEPAL en la Cumbre Iberoamericana recomienda que la región adopte nuevas políticas para mejorar la competitividad y la diversificación económica.
Los sectores intensivos en recursos naturales representan el 60 por ciento del valor agregado manufacturero total en la región, y los bienes primarios y productos manufacturados basados en recursos naturales representan más del 50 por ciento de sus exportaciones.
Indicó que 180 millones de latinoamericanos viven debajo de la línea de pobreza y que 10 economías de la región están entre las 15 más desiguales del mundo.
“Una economía más diversificada y productiva es esencial para mantener y mejorar el crecimiento, así como para reducir la desigualdad”, afirmó el documento Perspectivas Económicas de América Latina.
Advirtió que pese al innegable progreso de la gestión macroeconómica y de la capacidad de atraer inversión extranjera, las economías de la región siguen siendo vulnerables a la volatilidad, la inflación y las fluctuaciones monetarias de la economía mundial.
A corto plazo, los Estados de América Latina y del Caribe deben ampliar su espacio fiscal para poder reaccionar ante los reveses procedentes de los mercados internacionales, apuntó.
La secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, señaló por su parte que “las economías de América Latina y del Caribe han mostrado una significativa resistencia ante la crisis económica y su recuperación ha sido más rápida que la de otras regiones.
Para consolidar esos logros y emprender acciones concretas, “la región deberá fomentar nuevos modelos de gobernanza, mayor institucionalidad y políticas públicas capaces de movilizar a un amplio conjunto de actores”, indicó.