El desempleo en el mundo afecta a 200 millones de personas, la cifra más alta jamás registrada, señaló hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y advirtió que esa situación retrasará la recuperación económica y podría generar tensión social.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) consideró que “la regulación del sistema financiero, epicentro de la crisis mundial, sigue siendo inadecuada”, según un nuevo informe lanzado hoy.

El “Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2011: Los mercados al servicio del empleo”, lanzado en vísperas de la reunión del Grupo de los Veinte (G-20) en Cannes, sostiene que en las economías avanzadas, “el sector financiero no cumple con el papel de intermediario que de él se espera: proveer crédito a la economía real“.

Y por su lado, según la OIT, las economías emergentes se han visto afectadas por las entradas masivas de flujos volátiles de capital.

Las tendencias recientes muestran que no se le ha puesto la suficiente atención al potencial que los empleos podrían tener para impulsar la recuperación. Por el contrario, los países se han enfocado principalmente en tranquilizar a los mercados financieros”, subrayó.

Esto es particularmente cierto en el caso de las economías avanzadas, donde el debate se ha enfocado sobre todo en la austeridad fiscal y en cómo ayudar a los bancos”, añadió.

Con lo anterior, se ha dejado “de lado la posibilidad de una reforma de las prácticas bancarias que dieron paso a la crisis y olvidando transmitir una visión sobre cómo podría recuperarse la economía real”, citó el informe.

En algunos casos, esta situación se ha visto complementada por medidas que, a los ojos de la gente, amenazan la protección social y los derechos de los trabajadores. Ni el crecimiento, ni los empleos se verán beneficiados por esta situación, indicó.

En la práctica, todo esto implica que, frente a los objetivos financieros, el empleo ha quedado relegado como tema de segunda instancia, valoró el organismo laboral de Naciones Unidas (ONU).

Es sorprendente observar que, mientras la gran mayoría de los países cuentan actualmente con planes de consolidación fiscal, tan sólo una economía avanzada, a saber, Estados Unidos, ha anunciado un plan nacional de generación de empleos.

En todos los otros países, las políticas de empleo pasan a menudo por un escrutinio fiscal

Urge cambiar el enfoque. La oportunidad para impulsar la creación de empleos y la generación de ingresos se está acabando puesto que la exclusión del mercado de trabajo se está instalando y el descontento social va en aumento, afirmó.