Al dar a conocer el informe trimestral de inflación de abril-junio, el gobernador del Banxico, Agustin Carstens, explicó que la disminución en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional se debe al menor dinamismo que registró la actividad productiva en México en los primeros meses del año.
El banco central del país tenía, previa a esta nueva proyección, un rango de crecimiento del PIB de entre tres y hasta el cuatro por ciento.
Carstens destacó que la disminución en el escenario económico de este año se debió a la falta de impulso del exterior, la debilidad del sector de viviendas, la apreciación del tipo de cambio y el menor dinamismo del gasto público.
Ante este panorama, el titular del Banxico insistió en la urgencia de continuar con las reformas estructurales del país.
La nueva proyección del Banxico se ubica fuera de la del gobierno federal, ya que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se mantiene en una perspectiva de expansión económica del 3,1 por ciento al cierre del 2013.
En la sede del Banxico, Carstens aceptó que en los próximos años, difícilmente se espera que la situación económica mundial mejore.
Lo anterior significa que ello afectará a México, de tal manera que lleve a la actividad productiva nacional a crecer por arriba del nivel previsto para 2014, que va de entre 3,2 por ciento y 4,2 por ciento, explicó.
Para el titular del Banxico, ese escenario es insuficiente para reducir la tasa de desempleo a los niveles previos a la crisis financiera de 2008-2009, para generar las plazas de trabajo formales que los mexicanos requieren, así como abatir los niveles de pobreza de manera acelerada y sostenida.
El gobernador del banco central del país destacó que de ahí la necesidad de aumentar la tasa de crecimiento potencial del PIB nacional por arriba del cinco por ciento en el mediano plazo.
"Para ello, es indispensable instrumentar adecuadamente las reformas estructurales ya legisladas y procesar las pendientes", como son la energética, la financiera y la fiscal, mencionó.