De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) correspondiente al trimestre octubre-diciembre de 2013, para el cuarto trimestre del año 2013 la Población Económicamente Activa (PEA) en la entidad fue de 2.7 millones de personas (60.7% hombres y 39.3% mujeres), de una población en edad laboral de 4.5 millones. Es decir, 60 de cada 100 personas en edad de trabajar participaron en la actividad económica, ya sea que estuvieran ocupadas o buscaban estarlo.
Al interior de la PEA es posible identificar a la población ocupada que estuvo participando en la generación de algún bien económico o en la prestación de un servicio, misma que en el periodo octubre-diciembre de 2013 ascendió a casi 2.6 millones de personas en el estado (60.8% hombres y 39.2% mujeres). Si se considera a la población ocupada en relación con el sector de actividad económica en el cual labora, se observa que de 2.6 millones de personas, poco más de 1.3 millones (52.3%), trabajan en el sector terciario; aproximadamente 525 mil (20.3%) se ocupan en el sector secundario; cerca de 701 mil (27.1%) se ubican en el sector primario y poco más de 8 mil personas (0.3%) no especificaron el sector en el que trabajan. Es decir, el sector predominante es el terciario, que genera 53 de cada 100 fuentes de trabajo en la entidad (los hombres ocupan 25 y las mujeres 28).
Vista la ocupación por sexo, en el periodo reportado la fuerza de trabajo femenina predominó en el sector terciario, con 52.3%, mientras que los hombres representaron 47.7 por ciento. Al interior de este sector, la fuerza de trabajo de las mujeres prevaleció en servicios sociales (64.2%), servicios diversos (61.9%), restaurantes y servicios de alojamiento (58.2%) y en comercio (54.6 por ciento). En la industria manufacturera las mujeres tienen también una presencia importante, al representar 40.7% de los ocupados en esta actividad. En otras actividades económicas como construcción, transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento, e industria extractiva y de la electricidad, predomina la fuerza laboral masculina, con 97.3%, 89.6% y 82.6% de las ocupaciones, respectivamente.
La población se desempeña en una gran variedad de ocupaciones y con distinta intensidad. Algunas personas trabajan pocas horas en la semana de referencia, mientras que otras tienen jornadas muy intensas de trabajo. En la entidad se observan claramente los extremos: por un lado poco más de 177 mil personas (6.9%) trabajaron menos de 15 horas semanales; en el extremo contrario se ubican 791 mil personas (30.7%) que laboraron más de 48 horas semanales. En promedio, la población ocupada trabajó 42.0 horas semanales (45.3 horas en promedio los hombres y 36.9 las mujeres).
Otro enfoque desde el cual puede caracterizarse a la población ocupada es el que se refiere al tamaño de la unidad económica en la que labora. En función de ello, si sólo se toma en cuenta el ámbito no agropecuario que abarca 1.9 millones de personas, más de la mitad (54.6%) estaba ocupada en micronegocios, 17.5% en establecimientos pequeños, 11.0% en establecimientos medianos, 6.4% en establecimientos grandes, 7.1% se ocupó en otro tipo de unidades económicas y 3.4% lo hizo en el gobierno.
De acuerdo con los datos sobre la posición en la ocupación, la mayor parte de los ocupados en la entidad son personas subordinadas y remuneradas, con 1.5 millones de personas (57.8% de la población ocupada total). Por su volumen, le siguen los trabajadores por cuenta propia, con casi 643 mil personas (24.9%), los trabajadores no remunerados sumaron 326 mil (12.6%) y, finalmente, los empleadores (patrones) alcanzaron cerca de 122 mil personas (4.7 por ciento).
Existen importantes diferencias entre hombres y mujeres con respecto al rol que desempeñan dentro de la posición en la ocupación, caracterizadas por la mayor presencia de la fuerza de trabajo masculina. Es así como entre los trabajadores subordinados y remunerados, de cada 100 hay 38 mujeres y 62 hombres, en los trabajadores por cuenta propia 63 son hombres y solo 37 mujeres; y en los empleadores la relación es 15 mujeres y 85 varones. La posición ocupacional donde ellas son mayoría es en actividades no remuneradas, con 56 y 44 hombres.
La encuesta permite caracterizar al grupo de trabajadores subordinados y remunerados. En el contexto estatal, 96.0% de estos es asalariado y 4.0% percibe otro tipo de remuneración. De este mismo grupo, cerca de 637 mil personas (42.7%) recibieron alguna prestación laboral (reparto de utilidades, aguinaldo, vacaciones u otra), y casi 547 mil (36.7%) declararon contar con atención médica gracias a su trabajo. Importantes diferencias se observan cuando se comparan las cifras según sexo. Por ejemplo, de cada 100 trabajadores subordinados y remunerados con prestaciones laborales hay 42 mujeres y 58 hombres, mientras que del total que declaró tener acceso a las instituciones de salud, la relación es 41 mujeres y 59 varones.
Población subocupada
En la entidad la población subocupada —aquella que declaró tener necesidad y disponibilidad para ofertar más horas de trabajo de las que su ocupación actual le permite— ascendió a poco más de 123 mil personas, quienes representan 4.8% de la población ocupada. Los hombres representaron 5.8% de la población ocupada masculina y las mujeres 3.2% de la población ocupada femenina.
Es importante destacar que 57.8% de los subocupados son trabajadores subordinados y remunerados, 32.4% trabaja por cuenta propia, 7.8% son trabajadores no remunerados y 2.0% son empleadores. El sector de actividad con más subocupados es el terciario, donde hay casi 56 mil personas (45.2%), seguido por el primario con poco más de 49 mil (40.1%) y el sector secundario con cerca de 18 mil personas (14.3%). El 0.4% no especificó el sector de actividad donde labora.
Población ocupada en el sector informal
La ENOE contabiliza a la población ocupada en el sector informal, área de la economía que se ha constituido en fuente fundamental de ingreso de muchos hogares. En el ámbito estatal, los datos muestran que esta población alcanzó 767 mil personas en el trimestre que se reporta, quienes representan 29.7% de la población ocupada. La mayor parte de los ocupados informales son hombres, con 56.5% y 43.5% las mujeres.
Población desocupada abierta
Como se ha mencionado en diversas ocasiones, la ocupación muestra distintos grados de intensidad según sea la perspectiva desde la cual se le observe. Sin embargo, es necesario considerar el valor equivalente al trabajo cero, que sirve como punto de referencia y representa a la población desocupada, la cual no trabajó siquiera una hora durante la semana del levantamiento de la encuesta, pero manifestó su disposición para hacerlo y además hizo alguna actividad para obtenerlo.
En el trimestre en cuestión, cerca de 100 mil personas estaban en situación de desocupación abierta en el estado. Asimismo, la tasa de desocupación general se ubicó en 3.7%; en los hombres la tasa fue 3.6% y en las mujeres 3.8 por ciento.
Es importante que el usuario considere en su análisis sobre la situación laboral no sólo la desocupación abierta, sino también la ocupación con distintos grados de intensidad, niveles de ingreso, prestaciones sociales, de salud, etc., con el objeto de tener una visión completa del fenómeno laboral en el estado.
Población no económicamente activa
La Población No Económicamente Activa (PNEA) agrupa a las personas que no participan en la actividad económica como ocupados ni como desocupados. En el cuarto trimestre del año pasado, 1.8 millones de personas integraban este grupo en el ámbito estatal, de las cuales 1.3 no estaban disponibles para trabajar, 973 mil no tenían interés para laborar por atender otras obligaciones, poco más de 221 mil tenían interés para emplearse pero bajo un contexto que les impedía hacerlo y 135 mil tenían impedimentos físicos para emplearse u otros motivos. Por su parte, 440 mil estaban disponibles para ocuparse (437 mil consideraron no tener posibilidades y poco más de 3 mil desistieron en buscar empleo).